El primer trimestre de 2018 está a punto de concluir y todavía hay un 25 % de municipios de la comarca que no tiene aprobados los presupuestos para este ejercicio. La falta de mayoría en el gobierno, en algunos casos, o el rechazo de los grupos de la oposición, en otros, ha provocado que las cuentas no se hayan aprobado, lo que supone la paralización de una parte de la gestión en estos consistorios.
Si bien fueron 16 los municipios que acabaron 2017 sin aprobar los presupuestos para 2018, en este trimestre los gobiernos locales de Albal, Massanassa, Beniparell, Xirivella, Rafelbunyol o Puçol han conseguido sacar adelante su propuesta en el pleno, bien con sus propios votos o bien con el apoyo de otros grupos.
No obstante, en municipios como Alaquàs, el gobierno socialista en minoría no logró el respaldo plenario. Tras meses de negociaciones y por segunda vez, la oposición (PP, Compromís, Canviem y Esquerra Unida) tumbó las cuentas y el PSOE solo contó con el apoyo del edil de Ciudadanos. Al pleno siguieron días de acusaciones y recriminaciones entre los grupos. El gobierno local de Alaquàs no ha podido aprobar unos presupuestos en toda la legislatura por lo que funciona con los prorrogados de 2015.
En Aldaia, el gobierno socialista, también el minoría, elaboró un borrador y durante los dos últimos meses, se ha modificado teniendo en cuenta las propuestas que formularon los diferentes grupos de la oposición. El alcalde, Guillermo Luján, planea llevar al pleno la propuesta cambiada la semana próxima aunque no tiene formalmente aún el respaldo suficiente para aprobarla.
En Sedaví, la situación es similar. Las cuentas irán al pleno en los próximos días aunque el gobierno formado por Compromís y el PSPV-PSOE está en minoría, después de que Sí Se Puede Sedaví dejara hace meses el ejecutivo.
En Torrent, el gobierno socialista presentó los presupuestos a finales del año pasado y los grupos formularon alegaciones. La propuesta aún no ha ido al pleno por falta de consenso. Con todo, la gestión apenas se ha resentido porque en 2015 se aprobaron planes plurianuales y porque el consistorio recibió una importante inyección de fondos europeos. El ejecutivo realiza modificaciones de crédito y presupuestarias puntuales para «normalizar la situación de la gestión» como la que prepara para el próximo pleno.
En Moncada, tras la crisis reciente en el gobierno loca, cuya alcaldía tiene el PSPV, Guanyem i Acord-EU pusieron como condición para seguir que se negociaran las cuentas de 2018 Compromís y A.Mun. En 2017, las cuentas se aprobaron automáticamente, tras hacer uso el gobierno de la moción de confianza. Tavernes Blanques y Burjassot tampoco los han aprobado.
