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Hallan en Mislata un cojín renacentista con iconografía propia de Juan de Juanes

La almohada ha colgado durante años de una de las paredes de la sacristía de la parroquia de la Mare de Déu del Àngels

El cojín descubierto en Mislata

Un cojín con la iconografía de la Virgen de la Asunción que ha colgado desde hace unos años, de una de las paredes de la sacristía de la parroquia de la Mare de Déu del Àngels de Mislata, y del cual se desconocía su valor artístico e histórico, se ha catalogado recientemente como un importante bordado de los talleres valencianos de la segunda mitad del siglo XVI. La investigación la ha impulsado el historiador de tejidos Josep Sabater, y en la que también han participado las técnicas en restauración Mercé Fernández y María José Cordón.

Según sus primeras conclusiones, la pieza en cuestión era originariamente una almohada que debería de usarse anualmente para reponer la cabeza de la imagen de la Mare de Déu d'Agost, los días que se montaba el túmulo, con motivo de la festividad que se celebra el 15 de agosto.

La almohada, con forma rectangular, está bordada con hilos policromados de seda e hilos metálicos sobre un tejido de terciopelo carmesí, también de seda. En el centro de la composición, está la virgen, sobre la luna creciente, rodeada de una aureola, y con dos ángeles a cada lado que la acompañan en su elevación. En la parte superior, se representa la Coronación por la Santísima Trinidad. Flanquean la representación, a cada lado, tres símbolos de la Letanía Lauretiana, con sus correspondientes filacteris. A la derecha, y de arriba abajo, la Estrella, el Lirio y l'Hort Tancant. A la izquierda, el Sol, el Pou d'Aigües Vives y la Ciudad de Dios. El conjunto está enmarcado por un friso, con cuatro querubines en las esquinas.

Josep Sabater explica que en la C. Valenciana «se conservan otras cuatro almohadas muy parecidas, con la misma temática y de la segunda mitad del siglo XVI», concretamente «en la parroquia de Santa Àgueda de Jérica, se guardan dos; en la parroquia de la Asunción de Santa Maria en Llíria, otra y, el último, la almohada de la Basílica de Santa María de Elche».

Para el historiador de tejidos la composición de las almohadas, «del mismo modo que el programa iconográfico, hay que relacionarlos con la obra pictórica de temática mariana de Juan de Juanes. Los diseños de los bordados podrían ser obra de su taller».

Incógnitas sobre su origen

El hallazgo de la obra también aporta incógnitas sobre su origen y paso del tiempo. «¿Cómo se posible que haya perdurado una pieza tan significativa sin que nadie se haya dado cuenta de su importancia?», se pregunta Sabater. Y más, según apunta, «cuando la parroquia de la Mare de Déu dels Àngels, con todos los objetos de culto, fue profanada, saqueada e incendiada durante la Guerra Civil». Por ello, el experto sostiene que si el cojín es originario de Mislata, «no deja de ser contradictorio que la parroquia de un pueblecito humilde y poco poblado dispusiera de una pieza tan suntuosa. Elche, Jérica y Llíria, comparadas con Mislata, son villas históricamente mucho más importantes», asegura.

El estado de conservación, con más de cuatro siglos de historia, es relativamente bueno. «Ha perdido un filacterio y todo el sembrado de unas pequeñas aplicaciones, probablemente con pedrería, y algunos otros mínimos desgastes», detalla Sabater. Tanto Mercè Fernández como María José Cordón, han catalogado y estudiado la pieza, y ahora trabajan con un proyecto de intervención para limpiar y consolidar los bordados y realizar una restitución volumétrica.

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