Santiago P. F., el vecino de Torrent arrestado en febrero de 2016 por una macroestafa de 400.000 euros a más de 50 agricultores, ha aceptado esta semana una pena de diez meses de prisión por otro delito, con modus operandi similar, cometido entre 2011 y 2012. En este caso el condenado estafó 70.433 euros a una empresa mayorista de frutas y hortalizas de Picanya tras el impago de toneladas de naranja navelina, clementinas y limones.

El acusado, de 40 años, se enfrentaba a una pena de hasta tres años de cárcel, según la petición del Ministerio Fiscal. No obstante, tras reconocer los hechos llegó a un acuerdo de conformidad por el que ha visto reducida sustancialmente la condena. La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de València ha apreciado así las atenuantes de dilaciones indebidas, por el tiempo transcurrido hasta el día del juicio, y la circunstancia de drogodependencia, ya que la defensa ha probado que su cliente era consumidor habitual de cocaína y alcohol en las fechas en las que se produjo la estafa.

Este estafador reincidente creó en 2011 una sociedad dedicada al comercio al por mayor de frutas y verduras «con la intención de obtener un beneficio económico ilícito», según ha quedado acreditado. De esta forma, aparentando una solvencia económica de la que carecía, cerró un contrato con una empresa mayorista de Picanya para hacerse cargo de la venta de los cítricos de la campaña 2011/2012 a los minoristas.

Tras recepcionar la mercancía no la abonó en su totalidad, siendo posteriormente vendida ésta a otras empresas de Francia, Italia y Barcelona, «obteniendo así un beneficio económico», según confesó el acusado. A sus proveedores les entregaba pagarés sin fondos que eran devueltos posteriormente por las entidades bancarias.

Acuciado por las quejas de estos impagos el ahora condenado se comprometió en un documento a abonar la deuda pendiente a finales de septiembre de 2012. Sin embargo solo llegó a pagar 14.900 euros del importe total, dejando a deber a esta empresa de Picanya un montante total de 70.433 euros. Incluso para tratar de alargar el fraude les puso como condición del cobro de los adeudado que le vendieran también la recolección de la campaña citrícola del 2012/2013.

La «Operación Tinama»

La Audiencia de València le impone ahora una pena de diez meses de prisión y el pago de una multa de 600 euros por un delito de estafa. Además Santiago P. F. deberá indemnizar con 70.433 euros a la sociedad agraria afectada de Picanya.

El condenado se encuentra en prisión después de ser arrestado por el equipo ROCA de la Guardia Civil de Paiporta en febrero de 2016, en la llamada «Operación Tinama», como presunto cabecilla de una trama que estafó a numerosos agricultores y a las cuadrillas que contrataban para la recogida de la naranja. La estafa ascendía a unos 400.000 euros.