La Policía Nacional se incautó ayer de alrededor de sesenta gallos de pelea en diversos bajos de los bloques de las 613 Viviendas de Burjassot. Durante el amplio operativo, en el que participaron también la Policía Judicial de la comisaría de Burjassot, la Policía Local, la Autonómica, unidades de los antidisturbios, el guía canino de Godella y dos veterinarios de la Generalitat, se registraron más de una docena de trasteros sospechosos de albergar a las aves, que fueron requisadas y retiradas en decenas de cajas de cartón.

No eran ni las nueve y media de la mañana, cuando cinco furgones con efectivos de la Unidad de Intervención, varios zeta, coches camuflados con agentes de la Policía Judicial, y patrullas de la Policía Local de Burjassot, aterrizaron en la Plaça el Palleter, frente al IES Vicent Andrés Estellés. El objetivo, la intervención de gallos de pelea en diferentes estancias de las 613 Viviendas de Burjassot. Tal era el operativo desplegado, que algunos estudiantes que pasaban a esa hora por la calle se sorprendían de tanta presencia policial.

Los agentes, con perros, mazos y arietes, fueron visitando uno a uno los bajos que tenían marcados en su plan. Primero llamaron. Nadie abría. Entonces derribaron la puerta. Los golpes alertaron a los vecinos de los bloques de viviendas públicas, que empezaron asomarse a los balcones. De hecho, poco a poco fueron bajando hasta la calle para presenciar la evolución de todo el operativo, que estableció un perímetro se seguridad con los miembros del equipo de antidisturbios.

Durante más de dos horas y media, los efectivos policiales practicaron alrededor de una quincena de registros en los bajos de los bloques de edificios de la Plaça del Palleter, descartando los situados en la Plaça Nou d'Octubre. El balance se saldó con la incautación de sesenta gallos de pelea, (alguno ya muerto) capuchones, espolones para las garras y diversos medicamentos empleados como estimulante para que las aves fueran más agresivas en las peleas. Los animales estaban alojados en jaulas tradicionales, pero también en otras artesanales a base de tela metálica y ruedas de bicicleta o palés de madera.

Los agentes requisaron las aves en cajas de cartón y las depositaron en una camioneta de la brigada de obras del Ayuntamiento de Burjassot, para su posterior traslado a una protectora.

Peleas en los parques cercanos

Así mismo, se identificó a una docena de personas y no se descarta que se produzcan detenciones en las próximas horas, acusados de un delito de maltrato animal. Los propietarios de los gallos, según los investigadores, organizaban peleas clandestinas en alguno de los parques de los alrededores de las 613 Viviendas.

Pasadas las doce del mediodía, todo el operativo policial abandonaba la zona, regresando la normalidad al barrio.