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El ladrillo despierta en el litoral

Los municipios costeros registran un aumento en la construcción de segunda residencia en paralelo a la ligera recuperación económica ? El alcalde de la Pobla de Farnals destaca que han recuperado «el valor que tenía esta playa en los años setenta»

Un edificio de apartamentos en construcción en la playa del Puig de Santamaría. germán caballero

Hay voces que hablan de ligera recuperación económica. Tras el desastre acontecido hace ya una década que dejó devastado el sector inmobiliario, el horizonte va aclarándose aunque a pasos de tortuga y no de la misma forma. Al menos en los pueblos costeros de l'Horta, donde se está reactivando la construcción y la dinámica de la segunda residencia en los edificios cerca de la playa en municipios como La Pobla de Farnals. En cambio, poco o nada se nota la «recuperación» en Puçol y tímidamente lo hace en El Puig y Alboraia, tal como explican fuentes de los cuatro consistorios.

Concluir obras en curso

En el municipio de Alboraia, la concejala de Urbanismo, Ana Bru explica que en los dos últimos años las construcciones que comenzaron sobre el 2008 y estaban en proceso en la playa de la Patacona han culminado. «Las fincas de primera línea que estaban en obras ya están terminadas y ahora nos queda el edificio de la antigua fábrica Vinival». Por otra parte, ya ha habido inversores interesados en uno de los solares de primera línea de playa.

En plena expansión

La Pobla de Farnals es uno de los destinos de verano más populares para la gente que viene de la ciudad, según explica el alcalde de la población Enric Palanca. Tal como dice, la zona costera se encuentra en plena expansión. «La playa de La Pobla ha recuperado en los últimos años el valor que tenía en los años 70», afirma.

«Se ha abierto una rotonda que ha desatascado la playa y ahora encontramos un montón de inmuebles viejos para rehabilitar, lo que puede fomentar que aumenten los residentes permanentes en el municipio», asegura. De la misma manera, el primer edil defiende que se está comenzando un proceso de «acumulación de capital alrededor de la playa» por el «atractivo de la zona costera y sus inmuebles respecto a otras ofertas inmobiliarias».

Así, explica que últimamente está habiendo movimiento en las construcciones costeras: «De momento se han cerrado tres solares privados que antes utilizaban los residentes de la playa para aparcar», apunta. A pesar de que dice, puede ser solo sea una suposición, este cierre podría significar que «los propietarios tienen interés en promover la construcción de viviendas en la playa».

Número de licencias irregular

En Puçol, en cambio, no hay una recuperación acelerada. De hecho, la construcción de viviendas junto a la playa ha sido irregular en los últimos años y acorde a la coyuntura económica que acompañara a pesar de ser, junto a la Pobla de Farnals, el único municipio de l'Horta Nord con playa que goza de la distinción de calidad de bandera azul en su litoral. Así, en el año 2008 se levantó, junto a la costa un edificio con 18 viviendas y otro con 22. En años posteriores y hasta 2015, «no se ha dado licencia de construcción a ningún edificio de viviendas en la zona de la playa», explican en el ayuntamiento.

Sin embargo, en 2016, las obras volvieron a la playa del último pueblo de la comarca norte y se concedieron dos licencias de obra que autorizaban el comienzo de la construcción de una casa y una finca que albergaría 21 apartamentos. El año pasado se aprobó tan solo un proyecto de edificio en la playa y en lo que llevamos de año, de momento, « no se ha concedido ninguna licencia».

Concluir obras en curso

En el Puig de Santamaría, pueblo vecino de los anteriores, se ha notado «ligeramente» la recuperación económica. Así lo explican fuentes municipales «se están construyendo casas aunque no hay una recuperación muy clara». Sin embargo, las mismas fuentes también apuntan que han comenzado las obras de un edificio en la costa «el primero desde hace tiempo».

La concejala de Urbanismo del municipio, Maria Saldaña, apunta que, para ella, la razón por la que no se den demasiadas licencias para construir en la playa responde al «elevado precio con el que se obtuvo el suelo en la época de la burbuja urbanística».

En este sentido, «no se está notando un incremento acelerado de construcciones ni de compra venta de viviendas equiparable a otras partes costeras de España», opina la edila.

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