Moretti llega a la entrevista rodeado de todo un séquito de ayudantes. Es lo que conlleva ser la fortuna 512ª del mundo. El empresario impartió ayer en el Palacio de Colomina de Valencia una conferencia titulada "Emprender e innovar, las claves para un negocio de éxito", en la tercera sesión del Foro de Empresa de la Universidad Cardenal Herrera CEU.

¿Cómo surgió la idea de Geox?

Al inicio del año 1990 cuando estaba paseando por el desierto de Nevada. Llevaba zapatos deportivos con suela de goma y sufría mucho el calor. Tenía un cuchillo pequeño y me hice un par de agujeros en cada zapato. Con ese sistema hice una ventilación. Cuando volví a Italia, comencé a estudiar la tecnología que permitía esa ventilación sin que entrara el agua.

¿Qué le impulsó a convertir la idea en un producto?

Yo la inventé, no quería producirla. Como todos los inventores la ofrecí a algunas de las marcas de zapatos más grandes del mundo: Alemania, Estados Unidos, Italia, también vine a Alicante... Pero nadie quería arriesgar la cabeza por este producto. Como no quería tirar el proyecto a la basura, comencé a desarrollarlo. Empecé en Italia con 5 personas. 17 años después, estas cinco personas se han convertido en 30.000 empleados. Hemos abierto 1.100 tiendas en el mundo, en algunas de las zonas más de moda del planeta. Tenemos 11.000 clientes plurimarca y Geox se ha convertido, en muy poco tiempo, en la empresa número 1 en Italia en el sector de zapatos.

¿Es la crisis actual un buen momento para los emprendedores y las ideas novedosas?

A los emprendedores no les gusta la crisis. Pero el emprendedor que busca innovar y llegar al mercado con nuevas ideas tiene mucho poder.

La clave entonces es encontrar una idea con recorrido, con futuro.

La clave no es sólo crear. También hay que gestionar la idea. Si creas algo pero no sabes gestionar esa idea, no vas a ningún lado. Hoy -por ayer- estoy aquí para hablar de esto: cómo gestionarla. Quiero explicar qué hay que hacer cuando se tiene una idea. Porque innovar significa tres cosas. Primero, crear o modificar algo. Segundo, patentarla. Tercero, cuando tienes una idea tienes que saber que al principio puede no funcionar. Entonces es el momento de experimentar. El inventor no tiene la fuerza económica necesaria para esa experimentación. En España, las universidades te pueden ayudar. Si tienes estas cosas , creas un proyecto. Al final de todo, creas una empresa, pero ¿qué valor tiene? Puede ser que ninguno porque no interese a nadie, pero también puede ser que sea una idea de portada mundial como la de Geox. ¿Cuál es el problema? Que estos conceptos no se enseñan en las universidades. Y tenemos casos como en Italia, donde se inventó el café expresso, en Nápoles, y lo comercializa Starbucks.

Entonces es el momento de ser valientes.

No se me ocurre otra manera de relanzar la economía europea. En España hay empresas que localizan la producción de todo el mundo.

En la dicotomía de políticos-tecnócratas, que están viviendo países como Italia, ¿cree que el gobierno de un estado debe gestionarse como una empresa privada?

Seguramente sí, porque hoy todos los políticos del mundo tienen que hacer las reformas que piden los mercados. Un gobierno compuesto por técnicos conoce la economía, la investigación, el mercado...