­No muchas empresas valencianas pueden jactarse de haberse fundado en pleno verano de 2007 (cuando los primeros síntomas de la crisis comenzaron a surgir) y haber crecido cualitativamente hasta ser reconocida como una de las más innovadoras de su sector. Éste es el caso de la pyme Acondaqua S.L., especializada en ofrecer soluciones innovadoras para el tratamiento y reutilización de aguas residuales, urbanas e industriales y en legalizar luego dichas instalaciones para un tercero.

La clave del reconocimiento de esta firma (con sede en Silla y formada actualmente por siete ingenieros y técnicos multidisciplinares) se encuentra en la detección directa de las necesidades de la empresa contratista y en el traslado de sus unidades móviles directamente a su infraestructura. A raíz de este trabajo de campo es cómo Acondaqua garantiza la optimización de las instalaciones de sus clientes (lo cual incluye modificaciones energéticas que permiten ahorrar hasta un 15 % en el consumo eléctrico anual) y su posterior legalización de acuerdo con los reglamentos existentes. «Trabajamos dentro de casa del cliente durante varias semanas; nos convertimos en un departamento más de su negocio. Eso nos permite ofrecer soluciones alternativas, funcionales para la empresa y ajustadas al coste», comenta Alejandro Pérez, administrador único de la sociedad.

Mejorando instalaciones, ajustando costes

Tal y como el propio Pérez reconoce, «los clientes del sector del agua residual nos contratan sólo cuando se exponen a sanciones por una deficiente instalación o calibración de sus depuradoras», lo que conlleva una necesidad de dichas empresas de ahorrar lo más posible en estos «gastos improductivos». Y es aquí donde Acondaqua se diferencia de sus competidoras, según su administrador: «Todas las soluciones para el tratamiento del agua ya están inventadas. Nosotros trabajamos sobre instalaciones que en su día no se especificaron bien y las mejoramos según los vertidos del cliente. Además, fabricamos varias unidades piloto a escala real sobre el terreno, hasta que logramos la que convence a cada industrial».

Sinergias con otras empresas valencianas

Acondaqua ha cubierto demandas en casi toda la Península (incluida Portugal), lo cual le ha servido para mejorar el servicio dado al cliente y fomentar la colaboración con otras empresas valencianas. Éste es el caso de Osmofilter, sita también en la localidad de Silla y dedicada al tratamiento integral del agua de consumo. «Hemos realizado una alianza estratégica», comenta Alejandro Pérez, «ellos distribuyen equipos de tratamiento de agua en toda la geografía y tienen mayores recursos. Nosotros actuamos como su departamento de ingeniería y les damos una entrada al sector de las aguas residuales». Además, esta joven empresa tampoco ha dejado de lado la innovación que le ha procurado varios reconocimientos a nivel nacional por parte del Instituto Ideas de Madrid o del Compromiso Social Bancaja. De hecho, Alejandro Pérez y su equipo se encuentran ahora inmersos en varias investigaciones europeas dentro del VII Programa Marco de estudios europeos, donde actúan como miembros asociados y valoran los usos reales de dichos proyectos.