OTR/Press, Múnich

El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, manifestó en la Conferencia de Múnich celebrada ayer, su deseo de emprender una nueva andadura internacional con el apoyo y los consejos de Europa. La nueva visión norteamericana deja de lado el unilateralismo característico de la Administración anterior, y aboga por la cooperación mutua. Biden destacó, además, que EE UU está dispuesto a dialogar con Irán en lo que supondría un nuevo comienzo, así como mantener relaciones más estables y pacíficas con Rusia.

Joe Biden acudió a la Conferencia de Múnich cargado de futuros proyectos marcados por el tinte cooperacionista que impregna a la nueva Administración de Obama. En la Cumbre, Biden destacó al resto de países la importancia de trabajar juntos, resaltando que "América necesita al mundo, así como el mundo necesita América". El discurso dejaba patente la diferencia de posturas que el nuevo gobierno de Obama establece en relación al anterior de Bush, quedando atrás la visión unilateral que caracterizó la gestión republicana, y apelando al consejo de Europa de aquí en adelante, en los casos necesarios.

Biden declaró ante los líderes mundiales que la Casa Blanca estaba "dispuesta a dialogar con Irán", comenzando de nuevo, si Teherán consideraba acabar con su programa nuclear y cambiar su política en Oriente Próximo. "Estamos dispuestos a hablar", dijo el vicepresidente demócrata, pero advirtió a Irán que, de continuar como hasta ahora, seguiría habiendo "presión y aislamiento" por parte de Estados Unidos.

Otro de los asuntos tratados fue la relación con Rusia. Al respecto declaró que querían un nuevo comienzo a pesar del deterioro de las relaciones entre ambos países. No canceló los planes de construir un escudo antimisiles, pero apostilló que lo haría con la ayuda de Rusia. Además, aseguró que "la OTAN y Rusia deben trabajar juntos", aunque reconoció que no tendrían que estar de acuerdo en todo. Con ello dejaba claro que las diferencias entre Moscú y Washington sobre la invasión rusa de Georgia, por ejemplo, no importaban más que el posible futuro común de cooperación entre ambos países. Otro punto de fricción entre ambos países es el famoso escudo antimisiles de Estados Unidos, ante lo cual, reiteró la viabilidad del proyecto "siempre que la tecnología funcione y sea rentable".

"Pediremos más"

El viraje anunciado por Biden es un nuevo contrato. "Actuaremos de manera bipartita cada vez que podamos y si lo haremos solos será porque no quede otro remedio. América quiere hacer más. Es la buena noticia. Pero hay otra. Pediremos más". La referencia iba dirigida a la implicación de los aliados en Afganistán, pero Biden extendió la petición de ayuda a otros asuntos, como la acogida de presos de Guantánamo.