"Jerusalén nunca será dividida de nuevo y Gamla no volverá a caer", dijo el candidato en referencia a la que fuera capital del Golán judío durante veintiún años, hasta su saqueo por el Imperio Romano en el año 68 de nuestra era.

Israel conquistó la parte oriental de Jerusalén y los Altos del Golán -que pertenecen a Siria- en la Guerra de los Seis Días (1967).

Los palestinos reclaman la primera como capital de su futuro Estado, mientras que Damasco exige la devolución completa del Golán a cambio de la paz con el Estado Judío.

Durante una gira por el Golán, Netanyahu subrayó que la meseta siria "sólo quedará" en manos de Israel "si el Likud resulta ganador", informan medios locales.

En cambio, "si gana el Kadima, dejaremos el Golán", advirtió tras plantar un árbol con motivo de la festividad judía del Tu Bishvat, acompañado de "pesos pesados" del partido, como Moshé Yaalon, Yossi Peled, Effi Eitam y Benny Begin, hijo del histórico primer ministro Menahem Begin.

"Un Likud fuerte defenderá los árboles que hemos plantado", apuntó antes de animar a "quien quiera fronteras defendibles" a votar por su formación.

En los comicios del martes, el Likud obtendría entre 25 y 27 diputados, frente a los 23 a 25 del Kadima, según los resultados de los últimos sondeos que se pueden difundir antes de las elecciones, hechos públicos el pasado viernes.

Su formación tendrá, en cualquier caso, muchas más posibilidades que el Kadima de formar una coalición con otros partidos de derechas, dadas las expectativas de voto, en particular el ascenso de Israel Beitenu (Israel es Nuestro Hogar), de Avigdor Lieberman.

Netanyahu fue primer ministro de Israel entre 1996 y 1999.