Fueron rescatadas con vida otras cuatro personas que viajaban en el Embraer 110 Bandeirante de la compañía Manaus Taxi Aéreo, que cubría la ruta entre la localidad de Coari y Manaos, la capital regional.

Los bomberos suspendieron ya las tareas de rescate, pues consideran que no quedaba nadie más a bordo, aunque aún restan las tareas de reflotamiento de la aeronave, que está atada a un árbol para evitar que se hunda hasta el lecho del río.

En total, 28 personas viajaban en la aeronave. En los momentos iniciales del accidente, había dudas sobre el número de pasajeros y diferentes autoridades informaron que eran 20 ó 24.

Portavoces de la empresa explicaron que la capacidad del avión era para 18 pasajeros adultos, varios niños pequeños en brazos de sus madres y dos tripulantes.

Se cree que el mal tiempo reinante en la zona es una de las más probables causas para el siniestro, que se produjo en el río Manacapurú, afluente del Amazonas.

Según explicaron autoridades aeronáuticas, el piloto se comunicó con la torre de control del aeropuerto de Manaos para informar que afrontaba una fuerte lluvia y un problema técnico y que intentaría un aterrizaje en la zona.

Minutos después de esa comunicación, la torre de control perdió contacto con la aeronave, cuyo piloto al parecer trató de hacer un aterrizaje de emergencia en una pista abandonada de la aldea de Santo Antonio, perteneciente al Municipio de Manacapurú, distante 80 kilómetros de Manaos.

El aparato cayó al río, de donde los primeros socorristas en llegar rescataron con vida a Ana Lúcia Reis, de 43 años; Brenda Dias Moraes, de 21; Eric Evangelista da Costa, de 23, e Ian da Costa Liberal, de 9 años.

Moraes relató a medios locales que cuando el avión cayó al agua, consiguió abrir la puerta trasera y salir de la aeronave con las otras tres personas que sobrevivieron, antes de que se hundiera.

Los cuatro supervivientes estaban en la parte trasera del aparato y fueron ingresados en el hospital Lázaro Reis, en Manacapurú, donde los médicos señalaron que están fuera de peligro.

Una de las supervivientes explicó a las autoridades que uno de los motores falló en pleno vuelo, por lo que el piloto intentó hacer un aterrizaje de emergencia pero se estrelló a 500 metros de la cabecera de la pista, según relató a la televisión.

La aeronáutica brasileña anunció que pondrá en marcha una investigación para establecer las causas del siniestro.