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El Gobierno federal acusó ayer a ocho hombres y una mujer, miembros de la milicia cristiana Hutaree, de conspirar "para hacer la guerra a Estados Unidos" y para matar a agentes policiales.

Los cargos, presentados ayer ante un tribunal de Detroit, siguen a redadas de las autoridades federales durante el pasado fin de semana en Michigan, Ohio e Indiana.

Durante esas operaciones el FBI detuvo a ocho de los presuntos conspiradores. El último de ellos se entregó a las autoridades la noche del lunes a unos 50 kilómetros del lugar donde se realizó una de las redadas, dijo la policía.

La acusación sostiene que Hutaree, con base en el Condado de Lenawee, en Michigan, es "una organización extremista antigubernamental que promueve la violencia contra las agencias policiales locales, estatales y federales".

Los nueve encausados, "a sabiendas conspiraron y se pusieron de acuerdo entre sí y con otras personas para hacer la guerra contra EE UU, oponerse por la fuerza al gobierno y para impedir, obstruir y demorar por la fuerza la ejecución de las leyes".

En su sitio de internet, el grupo (www.hutaree.com) proclamaba que los cristianos deben prepararse para "la batalla del fin de los tiempos para mantener vivo el testimonio de Jesucristo", e incluye vídeos en los que se ve a hombres con uniforme de combate en ejercicios en áreas rurales de EE UU.