Israel rechazó hoy tajantemente las denuncias de maltrato efectuadas anoche en Estambul tras su deportación por los tres españoles que integraban la "Flotilla de la Libertad", asaltada el pasado lunes por el Ejército israelí.

"Es indignante, completamente falso", señaló a Efe Andy David, portavoz del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores.

Los tres españoles -Manuel Tapial, Laura Arau y David Segarra- llegaron anoche a Turquía y los dos primeros, miembros de la ONG Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría, tienen previsto aterrizar esta tarde en Barcelona.

En Estambul, Tapial aseguró haber sido interrogado durante tres horas por los servicios secretos israelíes y denunció que durante sus tres días de cautiverio sólo le ofrecieron comida en una ocasión.

"Fuimos detenidos por comandos del Ejército que nos apuntaron a la cara con el láser de sus armas (...), nos encapucharon y nos robaron todo nuestro trabajo", se quejó Segarra, periodista de la cadena Tele Sur venezolana.

El portavoz israelí aseguró que las denuncias de trato brutal y falta de comida son "parte de la provocación" que supone todo el proyecto de la "Flotilla de la Libertad", nueve de cuyos integrantes murieron y decenas resultaron heridos durante el abordaje israelí en aguas internacionales.

"Si algo no hacemos los judíos es matar de hambre a otra gente", agregó indignado, tras insistir en que él presenció personalmente cómo todos los detenidos recibían agua y sandwiches tras su traslado al puerto israelí de Ashdod y que en la cárcel de Beer Sheva se les dieron "comidas completas".

A la Embajada española en Tel Aviv no le constan las denuncias de maltrato, señalaron a Efe fuentes diplomáticas.

Esta tarde se reúnen representantes diplomáticos europeos para abordar los posibles casos de maltrato y la situación de las pertenencias de los integrantes de la expedición que siguen en manos de Israel.

Gaby Rubin, portavoz de la ONG israelí Adalah, que se encarga de la defensa legal de los miembros de la flotilla, señaló a Efe que varios de los activistas denunciaron que se les negó la asistencia médica que habían solicitado durante su estancia en prisión.

La casi totalidad de los 750 integrantes de la flota, que llevaba ayuda humanitaria a Gaza, han sido expulsados del país.

Además de los activistas israelíes que formaban parte de la expedición, quedan en Israel siete internacionales porque "están hospitalizados y su condición médica no permite el traslado", apuntó el portavoz israelí.

Dos son turcos, uno australiano, otro indonesio y la nacionalidad de los tres restantes "aún no ha sido determinada", agregó.

En cuanto a la suerte de las naves, aseguró que su país "no tiene intención de quedárselas", pero apuntó que su devolución es un "tema complejo" porque tienen distintas banderas.

"La legislación internacional obliga a Israel a liberar las seis embarcaciones y entregarlas a sus países de origen. Esperamos que las autoridades de EEUU, Turquía y Grecia estén trabajando en ello", dijo a Efe Audrey Bombse, abogada de "Gaza Libre", uno de los movimientos que organiza la flotilla.