Las autoridades mexicanas acusaron ayer a agentes de la patrulla fronteriza de EEUU de asesinar a tiros a un adolescente de 14 años mientras jugaba con otros niños en Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua (norte), cerca de un puente que comunica ambos países.

Ante este hecho, el Gobierno de Felipe Calderón condenó los hechos y exigió a las autoridades norteamericanas abrir una investigación "a fondo" en torno a este homicidio, que en un comienzo se atribuyó al narcotráfico, sin embargo, algunos testigos señalaron a oficiales estadounidenses como responsables del crimen.

Sergio Adrián Hernández, de 14 años, fue asesinado el pasado lunes por agentes norteamericanos mientras jugaba con otros cuatro menores debajo del llamado Puente Negro, sobre el Río Bravo, que divide la frontera entre México y EE UU. Los agentes alegan que fueron apedreados.

La madre del menor acusó ayer a un agente fronteriz0 de EE UU de cruzar a México y disparar a su hijo a quemarropa. "Dice que no se dio cuenta de que era un niño. ¡Cómo no, si lo tenía enfrente! Él le disparó a quemarropa, estaba a su lado. Ahí donde mi hijo cayó estaban las huellas del policía", declaró al informativo Primero Noticias de Televisa María Guadalupe Güereca.

El hecho se produce una semana después de que oficiales deEE UU asesinaran a golpes Anastasio Hernández Rojas, un inmigrante mexicano detenido.