Japón soborna con dinero y prostitutas a los representantes de pequeños países miembros de la Comisión Ballenera Internacional (IWC) para conseguir que se levante la moratoria de caza comercial de ballenas vigente desde 1986. Así lo afirmó ayer una investigación del rotativo británico The Sunday Times, cuyos reporteros se hicieron pasar como miembros de un grupo de presión, filmando y constatando que los Gobiernos de Guinea Conakry, Saint Kitts, Kiribati, las islas Marshall, Costa de Marfil y Granada están dispuestos a vender sus votos a Japón.

La información se da a conocer en vísperas de que la IWC se reúna en Marruecos para decidir si se levanta la moratoria, lo que supondría la caza indiscriminada de cientos de ejemplares de diversas especies, algunas de ellas en peligro de extinción. Los reporteros contactaron con representantes gubernamentales de varios países afirmando que hablaban en nombre de un multimillonario suizo defensor de las ballenas, que buscaba cambiar el sentido de su voto a cambio de "una generosa asistencia financiera", cifrada en unos 30 millones de dólares para un periodo de 10 años.

En los citados seis casos, los representantes estuvieron dispuestos a negociar y señalaron que hasta la fecha habían recibido dinero, regalos e incluso prostitutas de lujo de las autoridades japonesas a cambio de votar en la IWC en favor de un levantamiento de la moratoria.

Por ejemplo, el director nacional de las industrias pesqueras de Guinea Conakry, Ibrahima Sory Silla, se reunió con los reporteros en un hotel de Barcelona y les dijo que tenían que superar el dinero que recibe de Japón, 1.000 dólares al día.

Por su parte, Doreen de Brum, asesora del Gobierno de las Islas Marshall, admitió que apoyan a Japón "por lo que nos dan". El periódico británico pidió una reacción al ministerio japonés de Exteriores, que contestó con una breve declaración: "El Gobierno de Japón no cubre ninguno de los costes de otros miembros de la IWC."