Uzbekistán cerró este lunes su frontera a los refugiados provenientes de Kirguizistán, donde según datos oficiales los enfrentamientos étnicos de los últimos días han dejado al menos 138 muertos, informó la agencia digital centroasiática Ca-news.org.

"No tenemos más sitio para acogerlos", declaró el viceprimer ministro uzbeko, Abdulá Arípov, al explicar la medida, señala el despacho de Ca-news.or fechado en Taskent, la capital de Uzbekistán.

Arípov señaló que ya han sido registrados oficialmente como refugiados cerca de 45.000 ciudadanos kirguises de origen uzbeko, y precisó que esta cifra no incluye a los niños.

La víspera, el Ministerio de Emergencia de Uzbekistán estimó en 75.000 el número de refugiados del vecino país, tras el último estallido de violencia étnica en las ciudades kirguises de Osh y Jalal-Abad, donde reside una importante minoría uzbeka.

Arípov indicó que las autoridades de Uzbekistán necesitan ayuda de las organizaciones internacionales para acoger a los refugiados.

Según fuentes de la Cruz Roja Internacional, los choques étnicos en el sur de Kirguizistán han provocado el éxodo de más 80.000 uzbekos.

Kirguizistán, con una superficie de 198.500 kilómetros cuadrados, tiene un población de 5,3 millones de habitantes, de los cuales cerca del 14 por ciento son uzbekos, que residen mayoritariamente en el suroeste del país, la región afectada por la ola de violencia.