El cardenal Crescenzio Sepe, arzobispo de Nápoles, y el ex ministro italiano Pietro Lunardi, del partido gobernante partido Pueblo de la Libertad (PDL), fundado por Silvio Berlusconi, figuran en la lista de investigados por la supuesta trama de corrupción vinculada con los sobrecostes en la organización de la cumbre del G8 en la isla de La Magdalena.

La Fiscalía de Perugia investiga a ambos por su posible vinculación con las actividades ilícitas de personajes pertenecientes a la supuesta trama, entre ellos el empresario romano Diego Anemone y el ex presidente del Consejo de Obras Públicas Angelo Balducci.

La Fiscalía de Perugia investiga a Sepe por la reestructuración y venta de algunos inmuebles en 2005 pertenecientes a la "Propaganda Fide", la Congregación de la Santa Sede para la Evangelización de los Pueblos de la que era prefecto, operaciones en las que pudo participar de modo ilícito Anemone.

"El cardenal había mostrado ya su disposición a hablar con los magistrados. Lo hará y aclarará su posición. Ha dicho que está sereno y esperamos que también esta fase de la investigación se lleve adelante en un clima más bien tranquilo", sostuvieron fuentes vaticanas.

Sobre Lunardi, nombrado en 2001 ministro de Infraestructuras y Transportes por Silvio Berlusconi, también se investiga una reestructuración y venta de un inmueble en la que pudo participar Balducci, quien junto a Anemone permanece detenido desde el pasado febrero.

Crescenzio Sepe y Pietro Lunardi son dos nuevos nombres que añadir a la larga lista de investigados por la supuesta trama corrupta para la organización de grandes eventos en Italia, entre ellos la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G8 en La Magdalena, que finalmente se celebró en L'Aquila tras el seísmo de abril de 2009.

De lo que se ha investigado del caso -por el también se investiga al jefe de la Protección Civil, Guido Bertolaso-, han salido a la luz supuestos favores sexuales a Bertolaso facilitados por Anemone a cambio de beneficios en la preparación de la cumbre. El pasado 4 de mayo, el ministro de Desarrollo Económico italiano, Claudio Scajola, dimitió tras estallar el escándalo por la hipotética compra del apartamento en el que vivía en Roma con dinero negro de Anemone.