La milicia palestina Hamás hizo este viernes un nuevo llamamiento a la resistencia contra Israel después del asesinato de uno de sus responsables en Cisjordania, que llega en plenas conversaciones de paz entre el Gobierno hebreo y la Autoridad Palestina.

El portavoz militar de Hamás en la Franja de Gaza, Abu Obeida, afirmó que "la sangre" del "mártir" Iyad abu Shilbayeh "será una maldición que perseguirá a la ocupación y los traidores", en referencia tanto a las autoridades israelíes como a Al Fatá, que controla Cisjordania, informa Reuters.

Por su parte, el portavoz de Hamás Salah al Bardawil denunció en un comunicado que la muerte de esta mañana "intenta tapar" las conversaciones de paz, que derivarán en "importantes concesiones" por parte palestina. "La resistencia no puede hacernos olvidar las políticas de la ocupación contra el proyecto nacional palestino", agregó, en una nota recogida por la agencia Maan.

Iyad abu Shilbayeh, de 38 años, falleció en la localidad de Tul Karm, donde el Ejército hebreo estaba realizando una de sus habituales redadas para detener a palestinos buscados por las autoridades. Fuentes médicas señalaron que el miliciano recibió tres disparos de bala en el cuello y el pecho.

La víctima, considerado uno de los hombres fuertes de Hamás en Cisjordania, comenzó a "correr sospechosamente hacia los militares" e hizo caso omiso de las señales de alto, explicó el Ejército hebreo. "La unidad se sintió amenazada y abrió fuego", lo que provocó la muerte del miliciano, explicó un portavoz militar que agregó que "el incidente está siendo investigado".

Sin embargo, el hermano del fallecido, de nombre Mohamed, declaró que los soldados entraron en la vivienda de madrugada y, después de que su hermano preguntase "quién es" tres veces, fue abatido por los militares.

El brazo armado de Hamás se atribuyó a principios de mes la responsabilidad del asesinato de cuatro israelíes en Cisjordania, a lo que ha seguido una aparente tensión en la zona.

Condena de Fayyad

El primer ministro de la Autoridad Palestina, Salam Fayyad, condenó los hechos y lamentó que se trata de una "peligrosa escalada" de violencia que "debilita la credibilidad del ya frágil proceso de paz".

Fayyad denunció que, con este operativo, Israel había vuelto a traspasar a territorio palestino, lo que califica de "invasión". En este sentido, advirtió de que acciones de este tipo ponen "en riesgo real" los esfuerzos relativos a las conversaciones de paz y pidió la intervención de la comunidad internacional.

El diálogo directo se retomó el pasado 2 de septiembre en Washington tras un paréntesis de 20 meses, y esta semana se produjo la segunda cumbre entre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, en Sharm el Sheij (Egipto) y Jerusalén.

Aunque apenas han trascendido detalles de las conversaciones, las escasas declaraciones de las partes implicadas, incluido Estados Unidos, apuntan al futuro de los asentamientos judíos en Cisjordania como uno de los principales escollos. Estadounidenses y palestinos reclaman una prórroga de la moratoria sobre la construcción en dichos enclaves más allá del 26 de septiembre, algo en lo que Israel no estaría dispuesto a ceder.