El número de muertos por el vertido tóxico en el oeste de Hungría se ha elevado a seis, después de que los equipos de rescate encontraron en el lodo el cuerpo de uno de los tres desaparecidos.

El hallazgo del cadáver de un hombre ha sido confirmado a Efe por Tibor Dobson, el responsable gubernamental para coordinar las tareas de descontaminación, precisando que aún se buscan a los dos desaparecidos restantes.

El fallecido era vecino de Kolontár, el pueblo más afectado por el siniestro, y fue arrastrado por el torrente tóxico del pasado lunes alrededor de cinco kilómetros.

Pocas horas antes, un hombre de 81 años falleció en el hospital de Veszprem por la complicación que le produjo el contacto con el lodo tóxico, informó Protección Civil húngara.

Además de los dos desaparecidos, el último recuento oficial sitúa en número de heridos en 150 personas, que en su mayoría sufrieron quemaduras por la agresividad de la sustancia derramada.

Tras la rotura el lunes pasado de un dique de una balsa de acumulación de "barro rojo", un residuo de la producción de aluminio de la empresa MAL, siete poblados del este de Hungría en el que viven unas 7.000 personas fueron anegados por esa sustancia tóxica que causó graves daños medioambientales.

El Gobierno húngaro anunció hoy que la cantidad derramada es inferior de lo estimado hasta ahora, y la sitúa en entre 600.000 y 700.000 metros cúbicos, una cantidad similar al vertido petrolero en el Golfo de México este verano.

Hasta ahora, los cálculos oficiales daban una cantidad de hasta un millón de metros cúbicos de lodo tóxico.

Mientras tanto, prosiguen en la zona del desastre las labores de limpieza y también de refuerzo de otras represas cercanas.

Según MTI, a lo largo del día se espera que un helicóptero especial arroje desde el aire yeso sobre el río Marcal, un afluente del Danubio, para neutralizar el "barro rojo" que ha llegado hasta sus aguas.

El valor PH en el río Raba, que desemboca en el Danubio, es actualmente de 9, ligeramente superior al mínimo tolerable de 8, mientras que en el Danubio, a la altura de Komaron, esa medida de acidez se sitúa en 8, según datos de Protección civil.

El primer ministro, Victor Orbán, dijo hoy durante su visita a Sofía que las autoridades de su país han logrado controlar la situación tras el vertido tóxico y aseguró que ya no existe peligro de que el "barro rojo" llegue al caudal del Danubio.