El lodo tóxico vertido en Hungría y que ha entrado ya en el caudal del río Danubio podría llegar el sábado a la provincia rumana de Mehedinti, cuya capital toma el agua de este cauce para el consumo humano.

Florin Albei, director de la Prefectura de Mehedinti, indicó hoy a Efe que el "barro rojo" podría llegar el sábado a la localidad de Brazias, junto al Danubio, aunque confió en que el lodo se disuelva antes.

En cualquier caso, las autoridades han previsto ya la posibilidad de cortar el suministro de agua a Dobreta Turnu Severin, la ciudad de 100.000 habitantes que es capital de esta provincia y que bebe del Danubio.

"Si el vertido llegara se interrumpiría el suministro de agua a la ciudad", declaró Albei.

"El mayor daño sería para los peces, para la fauna y la flora de la zona", explicó el responsable.

La rotura de una balsa de una empresa fabricante de aluminio provocó el lunes el vertido de un millón de metros cúbicos de "barro rojo", una sustancia extremadamente cáustica y cargada de metales pesados.

Unos 40 kilómetros cuadrados y varios ríos se han visto afectados en el oeste de Hungría por el lodo tóxico, que ha causado cuatro muertos, 120 heridos y ha destruido cientos de casas.