Las autoridades chilenas manifestaron hoy su esperanza de que al menos uno de los mineros este fuera de la mina de San Jose antes de terminar el dia y señalaron que el rescate de los 33 tardará unas 48 horas, a partir de la noche de este martes.

"Esperamos concluir este día martes con al menos uno de estos mineros en la superficie. Sería un objetivo que nos hemos planteado y estamos trabajando para ello", dijo a los periodistas el ministro de Minería, Laurence Golborne.

Al entregar detalles de la operación, Golborne indicó algunos cambios en el procedimiento respecto de lo que se había informado hasta ahora, como por ejemplo, que se usará para evacuar a los mineros la cápsula "Fénix 2", y no la "Fénix 1", que el lunes fue probada con éxito.

La número dos "está más preparada para el rescate", dijo Golborne, que además indicó que son tres y no cuatro los socorristas que descenderán al fondo de la mina para apoyar a los mineros. Transcurridas catorce horas, bajarán otros dos socorristas para completar la tarea.

Los obreros serán sacados por un conducto de 622 metros de extensión en un recorrido que durará unos quince minutos, a través de un mecanismo de polea de 250 caballos de fuerza, a una velocidad promedio cercana a un metro por segundo.

A esto se deben agregar otros diez minutos para preparar e instalar a cada minero y unos 20 para que la cápsula vuelva a descender.

Un total 1.800 metros de cable se desplegarán a través de "palomas" para mantener la comunicación entre los trabajadores y la superficie.

Después de una prueba con la cápsula vacía, el primero en bajar será un socorrista minero, que informará sobre el estado del conducto, para después iniciar el ascenso del primer minero.

En seguida bajará un enfermero con medicamentos para tratar desde dolores de cabeza hasta infartos cardiacos, según los encargados de la tarea.

Las autoridades aún no han confirmado el orden en que los mineros serán rescatados, aunque según los familiares, el primero será el capataz Florencio Ávalos y el último el jefe de turno, Luis Urzúa.

El criterio general es que primero salgan los cinco mineros considerados más hábiles; después los once señalados como los más débiles y por último 17 seleccionados como los fuertes del grupo.

Conforme vayan saliendo, los mineros pasarán a un espacio especialmente habilitado, compuesto por una sala de primeros auxilios y un policlínico, donde se les hará el primer chequeo médico de emergencia.

Después cada trabajador será trasladado a un recinto médico de campaña donde se les practicarán exámenes psicológicos y dentales, se les administrará suero y vitamina D y podrán reencontrarse con dos de sus familiares por unos breves minutos.

Después serán trasladados en helicóptero al hospital regional de Copiapó, a 45 kilómetros de distancia, donde serán sometidos a un exhaustivo chequeo médico y permanecerán al menos 48 horas en observación.

Sólo la "camanchaca", típica niebla de la zona norte del país que suele bajar al anochecer, podría paralizar el operativo aéreo y obligaría a un traslado en ambulancia.

Los mineros llevarán puestos unos trajes diseñados a su medida, y utilizarán además unas gafas de sol especiales para protegerse de la luz solar y evitar posibles daños en sus ojos después de haber permanecido más de dos meses en la penumbra.

El ministro de Salúd, Jaime Mañalich, dijo que una de las mayores precauciones a tomar a la hora de realizar el rescate será la salud ocular de los mineros.

Explicó que el nivel de luminosidad que han tenido corresponde "al que hay en el cine", por lo que el impacto con la luz natural puede ser muy perjudicial después de tantos días encerrados.

Además, el ministro de Salud confirmó que antes del rescate, los mineros han estado sometidos a una dieta especial que excluye alimentos sólidos y que tampoco se les administran calmantes para que estén plenamente conscientes y puedan actuar ante cualquier problema.