Un portavoz de la Comisión Europea ha asegurado hoy que han sido las autoridades húngaras las que han seleccionado a los cinco expertos enviados por la UE para ayudarle en la gestión del vertido tóxico, entre ellos una responsable de la empresa sueca Boliden causante de la catástrofe de Aznalcóllar (España) en 1998.

Según el portavoz comunitario para situaciones de crisis, Ferrán Tarradellas, la Comisión Europea propuso una lista de 51 expertos para ayudar a Hungría en la gestión del vertido de barro rojo ocurrido en el país.

Fueron las autoridades húngaras, según la fuente, las que "han hecho un proceso de selección basado en las necesidades que ellos han identificado sobre el terreno".

"Desde luego ellos son los que están mejor situados para escoger a las personas que quieren que trabajen para ellos y en función de sus necesidades y los criterios que presentaron han escogido a los cinco expertos", ha añadido.

Entre los expertos figura Pia Lindstrom, responsable de Medio Ambiente de la sección minera de Boliden, la empresa sueca que causó el vertido que contaminó el entorno del Parque Nacional de Doñana, en España, en 1998, y que no ha pagado todavía compensaciones por ello.

Tarradellas ha comentado que la elección de Lindstrom cumple con los requisitos fijados por Hungría para asesorarle ante el vertido de lodos tóxicos procedentes de una fábrica de aluminio.

La contaminación de la cuenca del río de Guadiamar (Sevilla) en 1998 afectó a 7 millones de metros cúbicos y se necesitaron diez años de trabajo para regenerar los suelos. Se invirtieron unos 200 millones de euros y trabajaron 868 personas durante 208 días para remediar la catástrofe.

Aún están pendientes las compensaciones por los daños causados, ya que todas las demandas contra la multinacional Boliden Apirsa, propietaria de la mina, para que pague el daño causado, han sido infructuosas.