La reina Isabel II ha decidido cancelar la tradicional fiesta de Navidad que ofrece a los empleados de la Casa Real británica debido a las "circunstancias financieras difíciles" a las que se enfrenta en la actualidad el Reino Unido, según informó ayer un portavoz del Palacio de Buckingham. "La Reina es muy consciente de las circunstancias económicas difíciles a las que se enfrenta el país y se ha decidido que es apropiado que la Casa Real muestre contención este año", indicó el portavoz.

Normalmente, Isabel II celebra cada dos años una fiesta de Navidad para los alrededor de 600 empleados de la Casa Real, quienes pueden acudir acompañados por una persona. En esta ocasión, se esperaba que la fiesta tuviera lugar el 13 de diciembre.

57.000 euros

La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre los empleados. "Es la primera vez que recuerdo que la fiesta es cancelada. Todos estamos conmocionados ya que es una noche maravillosa (...) en la que la Familia Real se mezcla con los sirvientes y es normal ver a la Reina bailando con un lacayo o al príncipe Felipe danzando con una camarera", relató al diario The Sun uno de los empleados.

"El champán fluye como el agua y uno se siente como si su duro trabajo fuera apreciado", añade. Según el rotativo sensacionalista, la fiesta iba a costar unas 50.000 libras (casi 57.000 euros).