Guillermo "Coco" Fariñas, galardonado hoy con el premio Sajarov del Parlamento Europeo, es un disidente cubano de larga trayectoria con una veintena de huelgas de hambre a sus espaldas: la última, de más de cuatro meses para exigir al Gobierno de Raúl Castro la libertad de los presos políticos.

El Parlamento Europeo concedió hoy a Fariñas el premio Sájarov a defensores de derechos humanos, el tercero que la "eurocámara" otorga a opositores cubanos en menos de diez años (el primero fue a Oswaldo Payá en 2002 y el siguiente a las Damas de Blanco en 2005).

La imagen de "Coco" Fariñas, psicólogo y periodista independiente de 48 años, dio este año la vuelta al mundo por la huelga de hambre que inició el 24 de febrero, al día siguiente de la muerte del opositor preso Orlando Zapata Tamayo, quien falleció en la cárcel tras un ayuno de 85 días para reclamar ser tratado como un preso de conciencia.

El "caso Zapata" desató una ola de condenas internacionales contra Cuba y las protestas de la disidencia interna, mientras el Gobierno de Raúl Castro denunciaba una "feroz" campaña mediática contra la isla.

Tras varios desmayos y una recaída en su salud, Fariñas fue ingresado en una sala de terapia intensiva del Hospital Provincial de Santa Clara donde pasó la mayor parte de su huelga y donde recibía sueros y alimentación por vía parenteral.

En ese proceso, el disidente tuvo varias complicaciones en su salud, la más grave una trombosis yugular que hizo temer por su vida.

La protesta de Fariñas no sólo tuvo repercusión internacional: también los medios de la isla (todos oficiales) se hicieron eco de su caso en un par de ocasiones, la primera para acusarlo de ser un delincuente común violento y un agente de Estados Unidos.

En otro momento, casi al final de la huelga y cuando su salud estaba seriamente amenazada, el diario Granma (portavoz del gobernante y único Partido Comunista) advertía del potencial peligro de muerte del disidente en una entrevista donde se explicaba con todo detalle el tratamiento médico que Fariñas estaba recibiendo para preservar su vida.

El 8 de julio, Fariñas abandonó la huelga después de que el Gobierno cubano anunciara su compromiso de liberar a 52 disidentes del Grupo de los 75, condenados en 2003, fruto de un inédito diálogo abierto con la jerarquía de la Iglesia católica de la isla.

Aunque ésta ha sido una de sus huelgas de hambre más sonadas, Guillermo Fariñas es un veterano en este tipo de protestas: desde 1995 ha puesto a prueba su resistencia física con diferentes ayunos contra decisiones o políticas del Gobierno cubano.

Nacido en Santa Clara (Cuba) el 3 de enero de 1963, familiarmente se le conoce por "Coco", apodo que le puso su abuelo por el color de su piel más claro que el del resto de la familia.

Es hijo de un revolucionario que luchó contra la dictadura de Fulgencio Batista y que formó parte de la expedición del "Che" a Zaire, en 1965, y de Alicia Hernández, una enfermera ya jubilada.

Estudió en la escuela militar preuniversitaria "Camilo Cienfuegos" de su ciudad natal y en 1981 fue enviado a la guerra de Angola como integrante de las tropas especiales cubanas. Allí fue herido en combate y dos veces condecorado, según relata Fariñas en una autobiografía que entregó este año a la prensa.

De regreso a Cuba, estudió Psicología en la Universidad Central de Las Villas, donde ya manifestó su desacuerdo con aspectos de la línea política oficial.

Tras su graduación trabajó como psicólogo en un policlínico de la localidad de Camajuaní. Siendo allí secretario general de la Juventud Comunista fue expulsado de la organización por disentir de la dura condena a pena de muerte impuesta en julio de 1989 al general Arnaldo Ochoa.

En 1996, cuando trabajaba en el hospital infantil Pedro Borrás de La Habana, se enfrentó a la directora del centro, a quien denunció por la sustracción de materiales destinados a la rehabilitación de la institución sanitaria.

Por ese incidente, Fariñas fue detenido y encarcelado durante nueve meses en un penal habanero donde se manifestó como preso "plantado" (llamados así porque se niegan a vestir el uniforme de reo común al considerarse prisioneros de conciencia) y dio comienzo a la primera de sus más de 20 huelgas de hambre.

De regreso a Santa Clara dirigió el Foro de Estudios Sociales Martha Abreu, y la Biblioteca Independiente Roberto Ávalos, presidió el Colegio de Pedagogos en Villa Clara, coordinó el opositor Partido Liberal Democrático de Cuba y asesoró al disidente Movimiento Democrático Cristiano de Cuba.

En octubre de 2002 fue encarcelado y condenado a seis años y diez meses de prisión por los delitos de desorden público y atentado, pero fue puesto en libertad con una licencia extra-penal por razones de salud en diciembre de 2003.

A partir de entonces se incorporó a la prensa independiente. En septiembre de 2005 fue agredido en público por partidarios del Gobierno, y el 31 de enero de 2006 inició una larga huelga de hambre de siete meses, la vigésima en su cuenta particular, en demanda de un acceso libre a Internet para los cubanos.

En esa ocasión, también estuvo recluido en el hospital provincial de Santa Clara, donde recibió sueros por vía intravenosa y fue intervenido por un neumotórax.

Esa huelga tuvo también gran repercusión internacional y le valió varios reconocimientos como el Premio de Derechos Humanos de Weimar (Alemania) de 2006, aunque las autoridades de la isla no le otorgaron el permiso para viajar a recibirlo.