Tres unidades británicas en Afganistán están bajo sospecha en la muerte de civiles del país asiático, según se desprende de los documentos publicados ahora por el Ministerio de Defensa del Reino Unido.

El Gobierno se vio obligado a hacer públicos los documentos a requerimiento del diario The Guardian, que se acogió a la Ley sobre Libertad de Información.

Según esos documentos, tres unidades del ejército británico son responsables directas de dos tercios de los incidentes con víctimas mortales en ese país.

Así, los Coldstream Guards dieron muerte a cuatro civiles en Kabul en un período de tres semanas, los comandos de la Royal Marine mataron o hirieron a ocho civiles en seis meses, y la tercera unidad, los Rifles, estuvieron involucrados en tres incidentes en 2009.

Entre las víctimas mortales hubo niños y en una ocasión un varón con problemas mentales.

Investigación

El martes pasado, el diputado laborista Paul Flynn solicitó la apertura de una investigación parlamentaria sobre el comportamiento de esas unidades, que pudieron haber cometido, según dijo, "atrocidades en nombre del pueblo británico".

Los comandos de la Royal Marine fueron las últimas tropas estacionadas en la provincia afgana de Sangin, una de las zonas más peligrosas de se país.

Los Rifles sufrieron también muchas bajas en esa provincia y los Coldstream Guards, uno de los regimientos más veteranos del ejército británico, han estado destacados en Afganistán a intervalos regulares.

La primera revelación sobre esos incidentes se debió a la filtración, el pasado verano, de miles de documentos relacionados con la guerra de Afganistán a Wikileaks, que a su vez los publicó en su portal de internet.

Abusos de EE UU en Iraq

Mientras tanto, Wikileaks sigue poniendo en evidencia la actuación de EE UU en la guerra de Iraq. La organización que hace unos días divulgó cientos de miles de documentos sobre el conflicto, dio a conocer ayer un vídeo de abusos contra civiles cometidos por las tropas estadounidenses que fue difundido por la cadena británica Channel 4.

En la grabación se ven breves segmentos de vídeo con imágenes filmadas desde helicópteros militares estadounidenses. En una de las secuencias, la tripulación de un helicóptero solicita autorización para disparar contra un edificio en el cual se sospecha la presencia de insurgentes iraquíes, aunque no se les ve en la imagen. Cuando los tripulantes del helicóptero reciben autorización para disparar un misil hellfire, un peatón desarmado cruza frente al edificio y su imagen desaparece en la explosión del proyectil.

En otro de los vídeos se ve un automóvil blanco que transita por una carretera seguido desde la altura por helicópteros de EE UU. El coche se detiene, y un hombre desciende, sin armas y con los brazos en alto. De inmediato al menos dos misiles aire-tierra estallan junto al automóvil y el hombre desaparece.