Cientos de personas volvieron hoy a salir por segundo día a las calles de la ciudad de Kandahar, en el sur de Afganistán, para protestar contra la quema de un ejemplar del Corán en una iglesia estadounidense.

"La Policía afgana ya ha sido desplegada en la zona y está controlando a la multitud", dijo a Efe el portavoz del Gobierno regional de Kandahar, Zalmai Ayobi.

Según Ayobi, que calificó la protesta como "pacífica", por el momento han resultado heridos un policía y dos civiles.

Ayer, al menos nueve manifestantes murieron por disparos de la Policía en la ciudad, en el marco de las protestas contra la quema pública de un ejemplar del Corán el pasado 20 de marzo en una iglesia de Florida (EEUU).

Las autoridades han afirmado que las protestas se han vuelto violentas debido a la participación de insurgentes, aunque el movimiento talibán ha negado tener nada que ver con los hechos.

Kandahar, bastión de los talibanes, es una de sus áreas de influencia tradicionales y ha sido escenario en el pasado de varios ataques y atentados contra las tropas internacionales.

Los disturbios, sin embargo, comenzaron en varias ciudades de Afganistán el viernes, y cobraron una dimensión especialmente grave en la ciudad norteña de Mazar-i-Sharif, donde una multitud asaltó la sede local de la ONU y acabó con las vidas de siete trabajadores.