La corte de Oslo decidió hoy encargar un nuevo informe psiquiátrico del ultraderechista Anders Behring Breivik, autor confeso del doble atentado del 22 de julio en Noruega, en el que murieron 77 personas.

El informe anterior, hecho público hace dos meses, concluía que Breivik padecía "esquizofrenia paranoide", lo que según las leyes noruegas impediría una pena de cárcel, que sería sustituida por una hipotética condena a tratamiento psiquiátrico forzado.

Las fuertes reacciones provocadas por este informe y la opinión discordante de los empleados de la cárcel de Ila, donde está encerrado en prisión preventiva Breivik, fueron los motivos esgrimidos por la juez Wenche Elizabeth Arntzen para justificar que se haya encargado un nuevo informe a otros dos psiquiatras.

"Los empleados de Ila no han observado ningún signo de que sea psicótico. También ha habido críticas públicas contra el informe de los expertos. La corte no puede valorar la crítica, pero estas circunstancias hablan a favor de una nueva investigación sobre el estado mental del acusado", dijo Arntzen en rueda de prensa.

Arntzen señaló que la corte de Oslo estima además que "las características especiales del caso hacen que la cuestión de los expertos deba ser examinada con más detalle".

Agnar Aspaas y Terje Tørrisen, de los hospitales de Tønsberg y Hamar, serán los psiquiatras encargados de reemplazar a Synne Sørheim y Torgeir Husby, que elaboraron el polémico estudio inicial.

El informe, de 243 páginas fruto de 13 entrevistas de un total de 36 horas con Breivik, concluía que éste ha desarrollado una esquizofrenia paranoide durante un largo período "que lo ha convertido en la persona que es ahora" y que vive "en su universo propio de delirios de grandeza".

Casi un mes después de que se hizo público, la Comisión de Medicina Forense noruega respaldó el estudio inicial, mientras que el psiquiatra que lo examinó en la cárcel y otro grupo de especialistas concluyeron en cambio que no había ningún signo de enfermedad mental en el ultraderechista.

Tanto la Fiscalía como la defensa de Breivik rechazaron pedir un nuevo informe, algo que sí hicieron en cambio algunos de los representantes de los supervivientes y de familiares de las víctimas, cuya reclamación ha atendido hoy la corte de Oslo.

Breivik había hecho saber a través de sus abogados hace unos días que a pesar de que no estaba de acuerdo con el diagnóstico del informe inicial, se negaría a someterse a nuevos exámenes, aunque los psiquiatras pueden solicitar a la corte su ingreso forzoso.

Aspaas y Tørrisen aseguraron al tribunal que entregarán su estudio antes de que comience el juicio contra Breivik el próximo 16 de abril.

Breivik hizo estallar el pasado 22 de julio un coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo, donde murieron ocho personas, e inmediatamente después se trasladó a la isla de Utøya, a 45 kilómetros de la capital, donde disparó de forma indiscriminada y mató a otras 69 personas.

La mayoría de las víctimas de Utøya asistían al campamento de las Juventudes Laboristas.