La huelga general convocada este lunes por los principales sindicatos belgas ha paralizado todo el tráfico ferroviario del país y ha provocado la anulación de vuelos en el aeropuerto nacional de Zaventem.

La circulación de trenes está totalmente interrumpida, lo que también afecta a la línea internacional de alta velocidad Thalys entre Bruselas y Francia, Holanda y Alemania.

Tampoco funciona ningún Eurostar, tren que une la capital belga con Londres a través del canal de La Mancha.

La página web del aeropuerto de Zaventem insta a los viajeros a comprobar si su vuelo ha sido cancelado antes de presentarse en el lugar.

El transporte por carretera se ha visto asimismo afectado, por las barreras que los militantes sindicales han colocado en el acceso a las ciudades de Lieja, Tournai, Lovaina la Nueva, Mons y Zaventem.

Además, los sindicalistas han bloqueado el acceso por carretera a Alemania desde la localidad de Hauset, y han instalado barreras en La Calamine, población próxima a la frontera germánica.

En Bruselas no circula ningún autobús, tranvía ni metro.

Por otra parte, grandes empresas de las tres regiones de Bélgica (Flandes, Bruselas y Valonia), las grandes superficies, la banca y las oficinas de correos se han unido a los paros.

Numerosos piquetes impiden el acceso a algunos de los principales polígonos industriales del país.

Las escuelas ofrecen a los alumnos que se presenten unas clases mínimas, mientras los hospitales ofrecerán igualmente servicios mínimos.

La huelga de 24 horas es en protesta por los planes de austeridad anunciados por el Gobierno del socialista Elio Di Rupo para cumplir con los objetivos de déficit del país, que incluyen el retraso de la edad para acceder a algunas pensiones anticipadas o la reducción de las prestaciones de desempleo.