El número de muertos por el bombardeo esta noche del régimen sirio sobre la ciudad siria de Homs se eleva a 260, según denunció hoy el Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal organización opositora siria.

El CNS calificó este ataque como "uno de los más brutales crímenes" que comete el régimen de Bachar al Asad desde el inicio de las revueltas el pasado marzo.

En un breve comunicado, la instancia opositora aseguró que los barrios más afectados por esa ofensiva han sido los de Al Jaldiya y Al Qosor, donde las fuerzas del régimen "bombardearon casas habitadas de manera intensa e indiscriminada".

Además, el CNS pidió a la comunidad internacional que abandone su "silencio vergonzoso" y actúe para parar el derramamiento de sangre siria.

De igual forma, los opositores instaron a Rusia cambiar su posición "intransigente" en el Consejo de Seguridad de la ONU, que hoy debe votar una crucial resolución de condena al régimen sirio que Moscú amenaza con vetar.

Un testigo en Homs aseguró a Efe por vía telefónica que vio cadáveres de niños y restos de cuerpos humanos desperdigados, mientras familias enteras murieron bajo los escombros de los edificios destruidos.

Entre sonidos de explosiones y de los altavoces de las mezquitas recitando el Corán, el testigo, que pidió ser identificado como Abul Ward al Masri, acusó a las autoridades de contaminar el agua de las tuberías de la ciudad, lo que causó la muerte de tres personas en Al Jaldiya.

Al Masri también aseguró que las fuerzas leales al régimen impidieron la llegada de las ambulancias para trasladar a los heridos a los hospitales de la ciudad.

Sin embargo, la agencia oficial siria Sana desmintió hoy lo "difundido por algunas cadenas de televisión" acerca del bombardeo en Homs, y señaló que es una parte de la "escalada de los grupos armados y del consejo de Estambul (en referencia al CNS) en sus tribunas mediáticas para instrumentalizarla en el Consejo de Seguridad".

Una fuente oficial anónima citada por Sana explicó que los cadáveres mostrados por las televisiones son cuerpos de secuestrados por los "grupos terroristas armados", que fueron asesinados y posteriormente fotografiados como víctimas del supuesto bombardeo.

Las informaciones de uno y otro lado no han podido ser confirmadas de manera independiente.

Mientras, en El Cairo, un grupo de manifestantes asaltaron esta madrugada la Embajada de Siria en la capital egipcia y quemaron parcialmente la primera planta de ese edificio.

Uno de esos activistas, que se identificó como Abu Ahmed Tartusi, aseguró a Efe que los servicios de seguridad egipcios intervinieron y detuvieron a 13 de los asaltantes, entre ellos una mujer.

La agencia siria Sana dijo en otra nota que en el ataque sobre la Embajada siria "se destruyó material de la legación y se quemó y saboteó la primera y segunda planta".