Su casa de Chicago será este domingo el escenario de una fiesta con donantes para celebrar su 51 cumpleaños y recaudar fondos, síntoma de una fusión entre lo personal y lo político de la que el presidente de EEUU, Barack Obama, huyó una vez pero ahora explota para ganar la reelección.

"En un año electoral todo es político incluyendo los cumpleaños", comentó a Efe Steffen Schmidt, doctor y profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Estatal de Iowa.

El 4 de agosto de 2008, en su primera vez en campaña como candidato presidencial demócrata, Obama celebró su 47 cumpleaños en Boston acompañado de cientos de amigos y partidarios en un acto de recaudación de fondos.

Y el año pasado, en el inicio de la campaña por la reelección, Obama cumplió los 50 y lo festejó en Chicago con una cena con donantes que pagaron más de 35.000 dólares por entrada.

Al estilo de lo que hizo Marilyn Monroe para el presidente John F. Kennedy en 1962, la actriz y cantante Jennifer Hudson, ganadora de un Óscar, recibió a Obama cantando el "Cumpleaños feliz".

Lo novedoso este año es que Obama ha elegido su hogar de Chicago, cerrado hasta ahora a extraños y del que se han publicado muy pocas fotografías, para recibir, sin Michelle y sin sus hijas, a donantes a un precio de 40.000 dólares por entrada.

Aquellos que hayan hecho donaciones por 5.000 dólares esperaran en la casa de Marty Nesbitt, amigo íntimo del presidente, a que Obama pase por allí para hacerse una foto y charlar con él.

Atrás quedan celebraciones más modestas y menos publicitadas como la de 2009, cuando Obama cumplió 48 años trabajando en la Casa Blanca en una jornada cargada de reuniones económicas con legisladores demócratas.

Ese día se presentó por sorpresa en la sala de prensa de la Casa Blanca con unos pastelillos para celebrar los 89 años de la periodista Helen Thomas, toda una institución en la prensa estadounidense y con quien comparte la fecha de cumpleaños.

Luego lo celebró con Michelle y unos cuantos viejos amigos con una pequeña fiesta en Camp David, la residencia presidencial de descanso.

En 2010 Obama cumplió los 49 lejos de su familia, ya que Michelle y Sasha, su hija menor, estaban de vacaciones en España y Malia, la mayor, en un campamento de verano.

Cenó con unos amigos en Chicago, durmió en su casa y unos días después continuó las celebraciones con un partido de baloncesto con estrellas de la NBA como Pau Gasol y Kobe Bryant, y con una barbacoa en la Casa Blanca.

Encuesta tras encuesta queda reflejado que, pese a la caída de su popularidad desde que llegó a la Casa Blanca en 2009, los estadounidenses siguen valorando las cualidades personales de Obama y lo ven como un líder confiable y un padre y esposo comprometido.

Reacio al principio a una excesiva intromisión de la política en su vida, Obama parece ahora dispuesto a sacar partido electoral a su lado más personal y familiar, más después de haber reconocido que uno de los errores de su mandato ha sido no haber sabido conectar con los ciudadanos.

Aunque los Obama siempre se han esforzado por mantener a sus dos hijas alejadas de la atención pública, este año ambas aparecen en mensajes y vídeos de campaña, entre ellos uno lanzado en julio con motivo del Día del Padre.

Los anuncios de campaña con Michelle y con sus hijas "forman parte de una tradición muy estadounidense", ya que a los ciudadanos "les gusta ver a las familias de los políticos", explicó Schmidt a Efe.

A diferencia de otros países como Francia o Rusia, en Estados Unidos "la familia puede y debe ser mostrada al público", dado que "ser un hombre de familia puede ser importante políticamente", agregó.

Según Schmidt, el que será rival de Obama en noviembre, el republicano Mitt Romney, ha sido criticado precisamente por no mostrar más en público a sus hijos y nietos, algo en lo que su esposa, Ann Romney, ha sido "más activa".

La fiesta de este domingo llega una semana después del cumpleaños oficial de Obama, el pasado sábado 4 de agosto, que pasó jugando al golf y descansando en la residencia presidencial de Camp David.

Como regalo de cumpleaños pidió, en un reciente acto electoral en Florida, ganar en ese estado, clave en las elecciones presidenciales de noviembre.