Al menos 39 personas, la mayoría civiles, murieron hoy y 88 más resultaron heridas en una cadena de atentados suicidas perpetrados en distintos puntos de Zaranj, capital de la provincia meridional afgana de Nimroz, y en Kunduz, norte de Afganistán informó una fuente policial.

Según explicó a Efe el jefe de la policía provincial, Mohamad Musa Rasouli, tres explosiones, causadas por terrorista suicidas, sacudieron Zaranj en torno a las 16.20 hora local (11.50 GMT).

Rasouli señaló que dos de los ataques se registraron en el centro de la urbe, junto a la sede de una emisora de radiotelevisión y en un concurrido bazar, mientras que el tercer ocurrió en la entrada del principal hospital de Zaranj.

El balance provisional de víctimas mortales de este atentado es de 29 personas, 25 de ellas civiles y cuatro policías, indicó el mismo oficial a la agencia local de noticias AIP.

De acuerdo con su versión, los atentados fueron coordinados y causaron también heridas a 50 civiles y a 10 agentes, que fueron trasladados a un hospital por las fuerzas de seguridad.

Ahmad Bashir, un comerciante testigo de uno de los ataques, dijo a Efe por teléfono que "muchas de las víctimas civiles son ciudadanos que estaban de compras para el Eid-ul-Fitr", festividad que esta semana marcará el fin del mes sagrado islámico de ayuno o Ramadán.

Según fuentes policiales consultadas por Efe, la cadena de atentados suicidas tuvo lugar después de que las fuerzas de seguridad afganas mataran en la misma ciudad a tres insurgentes equipados con explosivos que planeaban cometer acciones similares.

Además, las autoridades habían detenido anoche a otros dos potenciales terroristas suicidas.

En Kunduz, al norte de Afganistán, diez civiles afganos murieron y 28 más resultaron heridos al explotar una bomba en un concurrido mercado, informó a Efe una fuente policial.

El atentado ocurrió a última hora del día en el distrito de Dasht-e-Archi, donde decenas de personas se habían congregado para realizar compras con motivo del Eid-ul-Fitr, una festividad que esta semana marcará el fin del mes sagrado islámico de ayuno o Ramdán.

"Diez civiles han muerto y 28 han resultado heridos", dijo a Efe por teléfono el jefe de distrito de la policía, Shikh Sadrudín, que agregó que el artefacto explosivo estaba ubicado en una motocicleta.

Según la fuente, los heridos, algunos de ellos en estado crítico, fueron trasladados a un hospital cercano por las fuerzas de seguridad afganas.

Este ataque ocurre horas después de que una cadena de tres atentados suicidas en distintos puntos de la ciudad meridional afgana de Zaranj.

Los talibanes recurren habitualmente a bombas colocadas en los caminos y a atentados suicidas en su lucha contra las autoridades afganas y las fuerzas internacionales, y esta primavera abogaron por lanzar un mayor número de ataques coordinados.

Las tropas de la OTAN comenzaron en julio de 2011 a retirarse gradualmente de Afganistán y a transferir la competencia de la seguridad al Ejército y Policía afganos.

Este proceso debe concluir en 2014, si se cumplen los plazos previstos, y pondrá fin a la guerra afgana, que ya dura más de una década desde la invasión de EEUU y caída del régimen integrista islámico talibán a finales de 2001.

Los civiles son un colectivo muy vulnerable en la guerra afgana, que ya dura más de una década desde la invasión de EEUU y caída del régimen integrista talibán a finales de 2001.

Según la ONU, en 2011 perdieron la vida 3.021 civiles a causa del conflicto, la mayor parte en acciones atribuibles a la insurgencia.

Esa cifra es la más alta desde que el organismo multilateral comenzó a registrar este tipo de datos hace cinco años.