El Ejército Libre Sirio (ELS) asumió la autoría de la explosión registrada cerca del hotel de los observadores de la ONU en Damasco, indicaron a Efe fuentes de los rebeldes, que dijeron que el objetivo era atacar a funcionarios del régimen.

El consejero de comunicación de la Comandancia del ELS, Fahd al Masri, apuntó que la explosión de esta mañana no iba dirigida contra los observadores, sino contra "un grupo de oficiales fieles al régimen sirio".

Sin dar más detalles sobre lo ocurrido, Al Masri advirtió de que el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, busca acusar a los insurgentes de cualquier acto que ponga en peligro a los observadores internacionales no armados desplegados en Siria.

"Por eso pedimos a la ONU y al Consejo de Seguridad una protección especial para los observadores, que deberían ir armados de forma que se garantice su seguridad", apuntó el portavoz del ELS.

En declaraciones a la prensa, el viceministro sirio de Asuntos Exteriores, Faisal Maqdad, calificó la explosión cerca del hotel de los observadores de Naciones Unidas en Damasco como un "acto terrorista" que buscaba "desestabilizar" el país.

Fuentes gubernamentales indicaron a Efe que la bomba había sido colocada en un camión cisterna detrás del hotel "Dama Rose", que a su vez se encuentra cerca de la sede del jefe del Estado Mayor en la capital.

Al menos cinco personas resultaron heridas por la explosión, si bien todos los observadores alojados en el hotel se encuentran en buen estado, afirmó el viceministro.

Las ambulancias llegaron al lugar de la explosión en la exclusiva calle Abu Rumaneh, donde se ubican numerosas embajadas de países árabes y occidentales.

Según pudo constatar Efe, la zona ha vuelto a la normalidad después de que los bomberos hayan extinguido el fuego, que dañó algunos vehículos.

En los últimos meses, la capital siria ha sido escenario de explosiones de las que el régimen responsabiliza a grupos terroristas, como denomina a los rebeldes del Ejército Libre Sirio, con los que también se ha enfrentado en algunos barrios.

El pasado 18 de julio, los rebeldes sirios asestaron el mayor golpe desde marzo de 2011 contra el régimen sirio con el atentado contra la sede de la Seguridad Nacional en Damasco, que costó la vida al ministro y viceministro de Defensa, los generales Daud Abdelá Rayiha y Asef Shaukat, respectivamente, además de a un asistente presidencial.