La organización Human Rights Watch (HRW) denunció hoy la muerte ayer de al menos cuarenta personas, incluidos niños y mujeres, en bombardeos de cazas del Gobierno sirio sobre un barrio residencial en la localidad de Azaz, en la provincia septentrional de Alepo.

Según un comunicado de HRW, enviados de este grupo visitaron el lugar del ataque en la zona de Al Hara al Kablie, donde al menos dos bombas explotaron y destruyeron un bloque entero de viviendas.

"Este terrible ataque mató e hirió a decenas de civiles y destruyó todo un bloque residencial", señaló la directora provisional de emergencias de HRW, Anna Neistat, para quien "una vez más, las fuerzas gubernamentales sirias atacaron con un desprecio cruel hacia las vidas de civiles".

Vecinos de Azaz relataron a HRW que un caza de combate sirio arrojó en la tarde de ayer al menos dos bombas sobre la zona residencial, lo que echó abajo decenas de casas y causó graves daños en las calles adyacentes.

Según la organización, dos instalaciones del Ejército Libre Sirio, una de ellas la antigua sede del partido gubernamental Baaz, eran los objetivos del avión sirio, aunque esas se hallan a dos calles del lugar afectado.

Los equipos de rescate utilizaron dos bulldozer para tratar de sacar a los cadáveres y los heridos de las ruinas, y a medianoche 33 personas ya habían sido enterradas en Azaz.

Sin embargo, HRW puntualizó que el número exacto de víctimas es difícil de precisar, y que la mayoría de los heridos fueron trasladados a hospitales junto a la frontera con Turquía.