El Consejo de Seguridad de la ONU dio hoy por concluida la misión de los observadores en Siria, cuyo repliegue se iniciará en los próximos días pese a la oposición de Rusia, que convocó para mañana una reunión del Grupo de Acción en la sede central del organismo para pedir el cese de la violencia.

"Era una decisión necesaria, considerando la situación en el país y la división existente en el Consejo de Seguridad", dijo su presidente de turno, el embajador francés Gérard Araud, después de que el órgano decidiera finiquitar la misión y extender la presencia de la ONU en Siria mediante la creación de una oficina política.

El embajador ruso, Vitaly Churkin, lamentó esa decisión, acusó a "algunos países" de no haber mostrado "suficiente compromiso" para lograr el cese del conflicto y anunció que ha propuesto la celebración mañana, viernes, de una reunión del Grupo de Acción para Siria a nivel de embajadores en la sede de la ONU en Nueva York.

"Hay que lanzar una llamada conjunta a las partes del conflicto para que cesen la violencia y autoricen a sus representantes para negociar una solución política", dijo Churkin, quien apostó por incluir en esa petición internacional a Arabia Saudí e Irán, como "agentes claves" en la región.

La reunión contará con la presencia de los embajadores de los miembros del llamado Grupo de Acción que se reunió en Ginebra el pasado junio y en el que participaron China, Rusia, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Turquía, la Liga Árabe, la ONU y la Unión Europea.

De esa reunión salió un acuerdo para impulsar la formación de un Gobierno transitorio que incluya a figuras del régimen y la oposición, que inicie la transición para poner fin al conflicto, pero que, como el plan de paz de seis puntos, quedó en papel mojado ante el recrudecimiento de los enfrentamientos.

"Mantendremos el mismo formato que tuvimos en Ginebra, pero mi intención en incluir en otros formatos del debate a los embajadores de Irán y Arabia Saudí", explicó Churkin, quien dijo que el propósito del encuentro es que la comunidad internacional ejerza presión a las partes, mediante la fijación de una fecha concreta, para la que deben detener la violencia y empezar a negociar.

El anuncio de Churkin se produjo después de que el Consejo de Seguridad acordara dar por terminada la misión de los observadores en el país árabe y respaldara la idea del secretario general, Ban Ki-moon, de crear una oficina política en Damasco, para seguir adelante con la labor mediadora y canalizar la ayuda humanitaria.

"La misión concluirá en la medianoche del domingo", dijo ante la prensa el guatemalteco Edmond Mulet, subsecretario general de Operaciones de Paz de la ONU, que aseguró que el último observador internacional dejará Siria el próximo 24 de agosto.

La misión pasará a manos del Departamento de Asuntos Políticos de Naciones Unidas, encargados de crear la oficina política propuesta por Ban, que estará compuesta de un "pequeño grupo" de trabajadores de la ONU, "probablemente de 20 a 30 personas", que ya cuenta con la aprobación del Gobierno de Bachar al Asad.