El presidente de Pakistán ha solicitado al ministerio del Interior que entregue hoy un informe sobre una menor cristiana con el síndrome de Down que fue acusada de blasfemia por quemar páginas del Corán, informó una fuente oficial.

Según un senador del gobernante PPP, Farhatullah Babar, el presidente Asif Ali Zardari tomó nota del caso y dijo que aunque no puede condonar una pena por blasfemia, nadie puede usar la ley para solucionar trifulcas personales, recogió el diario Express Tribune.

El sábado una agrupación cristiana de Pakistán denunció la detención en la capital Islamabad y posterior encarcelamiento de Rifta Masih, de 11 años, por quemar páginas del Corán, lo que desencadenó en su lugar de origen disturbios contra los cristianos.

La Comisión para los Derechos Humanos de Pakistán (HRCP) se hizo eco hoy del caso en un comunicado, donde condenó los cargos contra Masih y sentenció que el hecho de que "sea menor y padezca el síndrome de Down hace que la acusación sea más ridícula y bárbara".

En la nota, la HRCP solicita a las autoridades paquistaníes que "liberen de inmediato" a la niña y que concedan total protección tanto a su familia como a la "amedrentada comunidad cristiana" de donde procede la menor.

La controvertida ley de la blasfemia, que fue aprobada durante el mandato del dictador militar islamista Mohamed Zia-ul-Haq (1977-88), contempla incluso la posibilidad de la pena de muerte por difamación contra el Islam o su profeta.

Esta legislación ha sido utilizada a menudo para saldar cuentas por enemistades personales con miembros de grupos religiosos minoritarios, entre denuncias de numerosos activistas y defensores de los derechos humanos que abogan por que sea derogada.

En Pakistán, país creado en 1947 como patria para los musulmanes del subcontinente indio, aproximadamente el 97 por ciento de la población profesa el Islam, según el último censo de las autoridades.