El candidato presidencial republicano, Mitt Romney, pidió hoy al congresista de su partido Todd Akin, centro de la polémica en EE.UU. por sus comentarios sobre el aborto y la violación, que se retire de la contienda por lograr un escaño en el Senado en las elecciones de noviembre.

"Hoy sus colegas de Misuri le han urgido a renunciar y yo creo que debería aceptar el consejo y abandonar la carrera por el Senado", afirmó Romney en un comunicado divulgado por su campaña.

Romney calificó de "ofensivos" y "erróneos" los comentarios del antiabortista Akin, que distinguió entre la violación "auténtica", que según él muy raras veces genera un embarazo, y otros tipos que no especificó.

El lunes Romney ya había tildado las declaraciones de Akin de "insultantes e inexcusables", y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, las calificó de "ofensivas".

Pese a las crecientes presiones de su partido y a que ha pedido perdón por sus comentarios, Akin se ha negado hasta ahora a abandonar sus aspiraciones de lograr un escaño por Misuri en el Senado.

"Quiero dejar una cosa absolutamente clara. Voy a continuar en la carrera por el Senado", sostuvo hoy Akin en una entrevista con el programa radiofónico del exgobernador de Arkansas Mike Huckabee.

Akin tiene hasta las 22.00 GMT de hoy para renunciar voluntariamente y permitir a su partido que presente a otro candidato para luchar por el escaño por Misuri frente a la senadora demócrata Claire McCaskill.

En la entrevista, Akin reiteró también su oposición al aborto sin excepciones y comentó que ha recibido apoyo de pequeños donantes pese a que organizaciones del partido y otras afines a los republicanos le han reiterado el respaldo y la financiación.

"El respeto por la vida es parte de nuestra cultura. Tal vez el Partido Republicano necesita incluir eso como parte de su mensaje", reflexionó el congresista.

Además, dijo que, según un reciente sondeo del que no dio datos, todavía tiene "un punto de ventaja" sobre McCaskill.

Los comentarios de Akin pueden hacer daño a las aspiraciones presidenciales de Romney y poner en peligro sus esfuerzos por captar el voto de las mujeres, que se inclinan mayoritariamente hacia Obama, según los últimos sondeos.