La Comisión Europea (CE) ha alertado hoy del rápido deterioro de la situación humanitaria en Siria en las últimas semanas y ha urgido a la comunidad internacional a unirse para ayudar a la población, a riesgo de que el desplazamiento de refugiados a otros países pueda desestabilizar toda la región.

"Aunque la acción humanitaria no es solución para el conflicto, no puede ser rehén de las diferencias políticas", ha señalado en un encuentro con periodistas la comisaria de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva.

Bruselas espera que el Consejo de Seguridad de la ONU, que se reúne el próximo día 30, trate el reciente "empeoramiento" de la situación sobre el terreno y las dificultades que las organizaciones internacionales encuentran para acceder a la población en apuros.

Georgieva ha insistido en la "necesidad de que la comunidad internacional se una" y presione tanto al Gobierno sirio como a la oposición para que se detengan los ataques a civiles y se facilite el trabajo de las agencias humanitarias.

Según la comisaria, hasta 2,5 millones de personas necesitan hoy por hoy ayuda en Siria.

La CE, por ahora, insiste en que la mejor solución es ampliar el acceso de las organizaciones internacionales a territorio sirio o que, por ejemplo, los dos bandos acuerden treguas temporales para permitir la atención de heridos.

Otras opciones, como podría ser el establecimiento de corredores humanitarios o de áreas protegidas dentro del país, son prácticamente descartadas por Bruselas.

La primera de ellas, según ha dicho Georgieva, plantea muchos inconvenientes en el caso de Siria, con un conflicto muy extendido a lo largo y ancho del país, y con la necesidad de proteger militarmente esos corredores.

La segunda, que según ha dicho está siendo planteada por Turquía, necesitaría según la comisaria de tres condiciones que parece muy difícil reunir: un apoyo unánime del Consejo de Seguridad para intervenir, la certeza de que esa zona segura sólo sea usada con fines humanitarios y no bélicos y una protección militar internacional del área.

"Si esas condiciones no se cumplen, puede ser más un riesgo que una solución", ha asegurado.

Por ello, Europa presionará para que se logre un consenso internacional que permita un mejor acceso de las agencias humanitarias y un mayor respeto de sus labores.

Ayer, varias organizaciones internacionales, como Save the Children y Refugees International, pidieron a la ONU un acuerdo con las autoridades sirias para garantizar la entrada de ayuda humanitaria a Siria y su llegada a los miles de desplazados dejados por el conflicto.

"Sabemos que podemos hacer más", ha reconocido Georgieva.

El problema de los desplazados internos y, especialmente, de los refugiados en los países vecinos también preocupa sobremanera a la CE.

Según la comisaria, en las últimas semanas se ha producido un "crecimiento exponencial" en la huida de sirios del país, algo que responde en su opinión a los combates en las dos principales ciudades del país, Damasco y Alepo.

"Ya no hay zonas seguras en Siria y la gente huye", ha explicado.

Según los últimos datos con los que cuenta Bruselas, ya hay más de 61.000 refugiados registrados en Turquía, casi 47.000 en Jordania y unos 37.500 en Líbano.

A ellos se suman miles que aún no han sido contabilizados y más de un millón de desplazados en el interior del país.

El problema se agrava, según la Comisión, por la inestabilidad que esos movimientos puede crear en la zona.

"En Líbano ya se está notando la desestabilización", ha advertido Georgieva, quien ha destacado las repercusiones que podría tener, por ejemplo, la salida a Líbano o Jordania de los alrededor de 500.000 refugiados palestinos que hay en Siria.

La Unión Europea, además, ha preparado planes de contingencia ante una posible llegada masiva de refugiados a sus fronteras en países como Grecia o, especialmente, Chipre, según fuentes comunitarias.

Además, el bloque prepara nuevas líneas de financiación para apoyar a Siria en caso de que mejore el acceso humanitario al país.

Hasta ahora, los Veintisiete, han dedicado un total de 146 millones de euros a la crisis siria, procedentes tanto de las arcas comunitarias como de las nacionales.