Las provincias sirias fronterizas con la región turca de Hatay, donde en las últimas horas han impactado dos obuses sirios, son escenario hoy de bombardeos de las tropas del régimen de Damasco y de combates entre estas y los rebeldes.

Los grupos opositores sirios informaron de que en Idleb, Alepo y Latakia, situadas en el noroeste de Siria, las fuerzas gubernamentales atacaron varios feudos de la insurgencia.

En estas zonas, la situación se mantiene tensa ante la respuesta con artillería de Turquía tras los nuevos lanzamientos de proyectiles contra su territorio, que no han causado víctimas.

El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló en un comunicado que al menos dos combatientes rebeldes murieron en enfrentamientos con las tropas del régimen en la aldea de Jarbet al Yus, en Idleb.

Los choques, que han dejado también doce heridos, estallaron después de que los insurgentes atacaran varios puestos de control militares en esta zona.

De acuerdo a la agencia turca Anadolu, el último proyectil caído en el sur de Turquía fue disparado durante los combates que el ejército sirio y los rebeldes libran en zonas fronterizas de Idleb.

En Latakia, el ejército leal al presidente sirio, Bachar al Asad, bombardeó la localidad de Bacas, donde, según la Comisión General de la Revolución Siria, helicópteros militares lanzaron cuatro barriles con dinamita.

También se vio afectada por los ataques del régimen la población de Salma, mientras que cerca de la misma ciudad de Latakia se registraron fuertes enfrentamientos entre ambos bandos.

En cuanto a Alepo, los Comités de Coordinación Local indicaron que los barrios de Bustan al Basha y Al Midan fueron bombardeados con artillería.

Las afueras de la ciudad, el centro económico de Siria, son blanco de ataques aéreos y desde el aeropuerto de Alepo las tropas gubernamentales están bombardeando los barrios limítrofes.

En el resto del país, los grupos opositores denunciaron que los bombardeos castigaron duramente la localidad de Hula, en la provincia central de Homs, donde han muerto al menos una decena de personas.

En Hula, escenario de una masacre el pasado mayo que causó 165 muertos, según la ONU, existe el temor a un nuevo asalto de las fuerzas de Al Asad.

El conflicto sirio vive una escalada de la tensión tras el ataque contra Turquía del pasado miércoles, que dejó cinco muertos y llevó al Parlamento turco a autorizar al Gobierno el envío de tropas a Siria.

Desde entonces, Ankara ha decidido responder a cualquier ataque contra su territorio.