El presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció este sábado su decisión de atacar Siria en represalia por el uso de armas químicas por parte del régimen de Bachar al Asad, algo que considera probado, pero aclaró que buscará la autorización del Congreso, lo que aleja la perspectiva de una acción inminente.

"Tras una deliberación cuidadosa he decidido que Estados Unidos debe llevar a cabo una acción militar contra objetivos militares del régimen sirio", dijo Obama en una comparecencia en la Rosaleda de la Casa Blanca acompañado de su vicepresidente, Joe Biden.

De acuerdo con funcionarios de la Casa Blanca, Obama había decidido en un principio llevar a cabo la acción militar sin buscar la autorización del Congreso, pero a última hora, en la noche del viernes, cambió de opinión tras mantener largas discusiones con su equipo de seguridad nacional.

"Estamos preparados para atacar cuando decidamos", advirtió Obama, cuyo Gobierno ha dado por probado que el régimen del presidente Al Asad fue el responsable del ataque con armas químicas del pasado 21 de agosto en la periferia de Damasco y busca castigarlo por esa acción.

El mandatario se declaró dispuesto a dar la "orden" de atacar y sostuvo que la operación militar puede producirse cuando EE.UU. lo quiera, en un día o en un mes, porque sus Fuerzas Armadas están listas con un despliegue de varios destructores en la región.

Pero también "soy consciente de que soy el presidente de la democracia constitucional más antigua del mundo", indicó.

Por ello, "aunque creo que tengo la autoridad para llevar a cabo esta acción militar sin una autorización específica del Congreso, sé que el país será más fuerte si tomamos esa medida y nuestras acciones serán incluso más eficaces", agregó después Obama.

Así, el objetivo de Obama es que el ataque contra Siria tenga mayor legitimidad y el mayor apoyo doméstico posible, pero también asume un riesgo político teniendo en cuenta la polarización actual en el Congreso y que la Cámara baja está controlada por los republicanos.

Lo que no dejó claro es si llevará a cabo la acción militar contra Siria incluso si el Congreso no da su autorización.

"Somos Estados Unidos y no podemos y no debemos cerrar los ojos a lo que ocurrió en Damasco", subrayó contundente Obama en referencia al ataque con armas químicas del pasado día 21, al que denominó el "peor" del siglo XXI y un "asalto a la dignidad humana".

También lanzó una pregunta al Congreso y a la comunidad internacional: "¿Qué mensaje vamos a enviar si un dictador puede atacar con gas hasta la muerte a centenares de niños a plena luz y sin pagar ningún precio?".

Asimismo, Obama afirmó que se siente "cómodo" con su decisión de atacar Siria pese a no contar con la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, que a su juicio ha estado hasta ahora "completamente paralizado" y "poco dispuesto" a que Al Asad responda por sus crímenes.

Al igual que hizo este viernes, el gobernante reiteró que la acción militar en Siria estará diseñada para ser "limitada en duración y alcance", y en ningún caso implicará el envío de tropas.

"Sé muy bien que estamos cansados de la guerra", admitió al dirigirse al pueblo estadounidense y recordar la guerra de Irak, recién finalizada, así como el conflicto todavía abierto en Afganistán.

La mayoría de los líderes del Congreso, incluidos los republicanos, acogieron con satisfacción la decisión de Obama de buscar el aval del Legislativo.

"Según la Constitución, la responsabilidad de declarar la guerra reside en el Congreso. Nos complace que el presidente esté buscando autorización para cualquier acción militar en Siria", dice un comunicado suscrito, entre otros, por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner.

Tras consultar con el presidente, "esperamos que la Cámara de Representantes considere una medida en la semana del 9 de septiembre", indica ese comunicado.

El Congreso está de receso veraniego y su vuelta al trabajo está prevista precisamente para el 9 de septiembre.

No obstante, no se descarta que el Senado sea convocado la próxima semana para comenzar a debatir la intervención militar en Siria.

A la vez que Obama anunció su decisión de atacar Siria, más de un centenar de personas se manifestaron frente a la Casa Blanca en rechazo a una acción militar de Estados Unidos en ese país.

Cameron "entiende" a Obama

El primer ministro británico, David Cameron, dijo que "entiende y apoya" la decisión del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de pedir autorización del Congreso antes de lanzar un ataque militar contra Siria.

Cameron renunció el jueves a participar en esa operación militar tras perder una votación en la Cámara de los Comunes, que rechazó la posibilidad de que el Reino Unido se implicase en el ataque contra el régimen sirio de Bachar al Asad.

"Entiendo y apoyo la posición de Barack Obama sobre Siria", indicó hoy el "premier" conservador en su cuenta de Twitter, poco después del mensaje de Obama en la Casa Blanca.

Hollande reafirma su voluntad de sancionar a Siria

El presidente francés, François Hollande, ha reiterado este sábado en una nueva conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Barack Obama, su voluntad de sancionar a Siria por el ataque con armas químicas del pasado 21 de agosto, según han informado a Reuters fuentes cercanas a Hollande.

"El presidente le ha reafirmado su determinación de actuar para sancionar al régimen", ha indicado la fuente. "Por encima de todo debe respetarse el ritmo de actuación de cada país. Para los estadounidenses es importante tener la luz verde del Congreso", ha señalado en referencia al anuncio de Obama de este sábado de que pedirá al Congreso su autorización para emprender acciones militares.