El presidente de EE.UU., Barack Obama, afirmó hoy que está "muy seguro" de que el régimen de Bachar al Asad es responsable del ataque con armas químicas en Siria y garantizó que no repetirá los "errores" de Irak en un hipotético ataque a aquel país.

"No estoy interesado en repetir los errores por culpa de malas informaciones. Pero puedo decir con total seguridad: se han usado armas químicas", dijo en Estocolmo Obama, quien añadió que la oposición a Asad no tiene "capacidad" para un ataque de ese tipo.

Obama aseguró que nadie cuestiona que hubo un ataque con armas químicas y remitió a informes de inteligencia estadounidense basados en la interceptación de comunicaciones y otras "evidencias", añadiendo que la oposición siria "no tiene capacidad" para un ataque así.

La investigación realizada por inspectores de la ONU, cuyo resultado se sabrá en unas semanas, no permitirá conocer qué parte está detrás del ataque, porque esa cuestión está fuera de sus parámetros, sostuvo el presidente estadounidense.

Si la comunidad internacional no actúa, su credibilidad quedará en evidencia, señaló Obama, quien apeló al "consenso abrumador" que existe en el mundo contra el uso de armas químicas.

"No es mi credibilidad la que está en evidencia, es la de la comunidad internacional y la del Congreso", afirmó Obama, para quien el mundo no puede permanecer "en silencio", pues se cuestionarían las normas internacionales y se podrían repetir ataques similares, lo que a la larga haría que el planeta fuera "menos seguro".

Ese argumento fue el que usó para mostrarse confiado en que el Congreso estadounidense aprobará su plan de ataque a Siria.

Apoyo de Putin

Obama confía, por otro lado, en que el presidente ruso, Vladimir Putin, cambie de postura sobre Siria, después de que éste haya afirmado que no descarta apoyar una intervención militar amparada por Naciones Unidas, si hay pruebas objetivas de que el Gobierno de Assad usó armas químicas.

"¿Mantengo la esperanza de que el señor Putin pueda cambiar su postura sobre algunas de estas cuestiones? Siempre tengo esperanzas y seguiré contactándole", ha señalado en rueda de prensa en Estocolmo junto al primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt.

Obama ha añadido que había intervenido directamente ante Putin sobre la cuestión en Siria pero hasta el momento el mandatario ruso se ha resistido a los esfuerzos para llegar a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.

Por otra parte, ha subrayado que no es su "credibilidad" la que está en juego con la votación del Congreso de su plan de atacar a Siria sino la de la comunidad internacional en su conjunto y ha insistido en que hay que responder al ataque con armas químicas perpetrado por el régimen de Bashar al Assad.

"Mi credibilidad no está en peligro, la credibilidad de la comunidad internacional está en peligro", ha aseverado. "La credibilidad de América y el Congreso están en peligro porque hablamos de boquilla cuando decimos que estas normas internacionales son importantes", en referencia a la prohibición del uso de armas químicas, ha añadido.

Así las cosas, ha subrayado que la comunidad internacional no puede permanecer en silencio ante el "bárbaro" ataque con armas químicas ejecutado el 21 de agosto en la región de Damasco.

Mensaje de firmeza

"Estamos convencidos de que el presidente, Bashar al Assad, ha usado armas químicas, y debemos responder a esta situación para evitar que (el ataque) se repita en el futuro", ha sostenido. Hay que enviar "un verdadero mensaje de firmeza" a Al Assad para "degradar" su capacidad de repetir estos ataques, ha insistido.

Obama se ha mostrado confiado en que el Congreso aprobará su petición de un ataque militar, pero ha aclarado que como comandante en jefe del Ejército estadounidense se reserva el derecho de actuar para defender de la mejor manera posible los seguridad de Estados Unidos.

Asimismo, ha afirmado que Estados Unidos "participará y apoyará al pueblo sirio y a la oposición en los esfuerzos diplomáticos para encontrar una solución a la crisis".

El presidente también ha incidido que no fue él quien fijó "la línea roja" respecto al uso de armas químicas en el conflicto sirio, sino que fue "el mundo" y ha dejado claro que no pretende cometer los mismos errores de Inteligencia que hubo con la guerra de Irak.