El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha ordenado al Pentágono que amplíe la lista de objetivos potenciales de cara a un eventual ataque contra Siria en respuesta al ataque con armas químicas ejecutado el 21 de agosto en la región de Damasco.

La decisión habría sido tomada tras la publicación de informaciones que apuntan a que el Gobierno que preside Bashar al Assad ha iniciado el traslado de tropas y equipamiento de los principales centros militares ante la posibilidad de una intervención extranjera.

Fuentes gubernamentales citadas por el diario estadounidense 'The New York Times' han apuntado que el plan sería "degradar" la capacidad del Ejército para utilizar armas químicas. Asimismo, Washington habría renovado sus esfuerzos para conseguir que la OTAN participe en los ataques.

Los bombardeos estarían dirigidos no contra los arsenales químicos, lo que podría provocar una catástrofe al difundirse los agentes tóxicos en el aire de la zona, sino las unidades militares encargadas del almacenamiento y preparación de los ataques químicos.

El jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, Martin Dempsey, ha sostenido que otros objetivos podrían ser el equipamiento utilizado por Siria para proteger dichos arsenales, entre ellos las defensas antiaéreas, los misiles de largo alcance y los cohetes que puedan ser utilizados para disparar agentes químicos.

En respuesta a estas informaciones, el Gobierno ruso ha advertido a Estados Unidos contra atacar "infraestructura militar encargada de la seguridad de los arsenales de armas químicas y a los territorios adyacentes", según ha informado la cadena de televisión Russia Today.

Pese a ello, estas fuentes han indicado que las opciones sobre un ataque a gran escala siguen siendo limitadas, si bien se contempla que Washington vaya más allá de un ataque muy limitado contra las fuerzas sirias.

Planes de contingencia

Por otra parte, el Pentágono está barajando planes para hacer frente a posibles ataques de castigo contra sus intereses por parte de Damasco en caso de que se lleve finalmente a cabo la intervención. Entre las mismas, contempla ataques contra sus embajadas o ataques con misiles por parte de Siria y el partido-milicia chií libanés Hezbolá, aliado de Al Assad.

El Departamento de Estado ha procedido a evacuar este viernes a todo su personal de la Embajada en Líbano, salvo el de emergencia, así como a los familiares de estos "debido a amenazas a las instalaciones y el personal" de la legación diplomática.

Así lo ha indicado la Embajada en "mensaje de seguridad" dirigido a los ciudadanos estadounidenses. En este sentido, el Departamento de Estado "insta a los ciudadanos estadounidenses a evitar cualquier viaje a Líbano por las actuales preocupaciones en torno a la seguridad".

Asimismo ha autorizado la evacuación del personal "no esencial" de su consulado en Adana (en el sureste de Turquía) por amenazas contra los miembros de la legación, una de las más cercanas al conflicto sirio.

El Gobierno estadounidense también recomienda a sus ciudadanos que eviten cualquier tipo de viaje no esencial al sureste del país. Además, recomienda a los estadounidenses que residen en Turquía que se encuentren alerta ante cualquier tipo de potencial ataque y les recuerda que, por el momento, solo podrán abandonar el país por sus propios medios porque Washington, de momento, no tiene pensado organizar vuelos especiales.