La difusión de un vídeo en Internet provocó una matanza interreligiosa que en el fin de semana costó la vida al menos a 28 personas en el distrito de Muzaffarnagar, en el norte de la India, informaron las autoridades locales.

Fuentes oficiales habían cifrado esta mañana en 21 los muertos en la masacre pero el funcionario Arun Kumar, subdirector de la Policía del estado de Uttar Pradesh (UP), donde se encuentra el distrito de Muzaffarnagar, elevó al mediodía a 28 el número de fallecidos.

Kumar también elevó a 90 el número de detenidos por la policía en la zona, donde rige desde hace dos días el toque de queda y patrullan unidades militares para garantizar la calma.

Según el secretario de Interior de UP, Kamal Saxena, la matanza la desencadenó la difusión de un vídeo en el que aparece el presunto linchamiento de dos hombres que protegían a una mujer que había sufrido acoso sexual en Kawal, una localidad de la región.

Saxena precisó, no obstante, que el vídeo, que ha sido retirado de la red, es de hace dos años y no es seguro que se filmara en UP.

La difusión del vídeo, que las autoridades tildan de "falso" e "intencionado", fue lo que desató el sábado los enfrentamientos entre comunidades hindúes y musulmanas, en los que se asaltó una mezquita y se utilizaron machetes y armas de fuego.

Según medios locales, entre los detenidos por la policía por incitar al odio figuran políticos regionales.

La masacre de Muzaffarnagar es el último de los episodios de violencia interreligiosa, principalmente protagonizados por las comunidades hindú y musulmana, que jalonan la historia de la India desde que en 1947 el país accediera a la independencia.

Compuesta por 160 millones de personas -alrededor del 13 % de la población total-, la comunidad musulmana es la primera minoría de la India pero solo ocupa un 5 % de los cargos de la administración pública, controlada de manera apabullante por la mayoría hindú.

La mayor matanza registrada entre ambas comunidades en las últimas décadas se remonta a hace once años y tuvo como escenario el estado de Gujarat, en el oeste del país y donde en 2002 murieron al menos un millar de personas, en su mayoría musulmanes.

Según algunos testigos, la masacre tuvo lugar ante la pasividad de las fuerzas de orden locales, controladas por el poder regional, de tinte nacionalista hindú.