El juicio contra el expresidente egipcio Mohamed Mursi y otros catorce dirigentes del Partido Libertad y Justicia (PLJ) y del movimiento de los Hermanos Musulmanes, que había comenzado este lunes en la sede de la Academia de la Policía de El Cairo, ha sido aplazado hasta el próximo 8 de enero, según ha informado el diario estatal 'Al

Mursi clamó en la primera sesión de su juicio hoy que él es presidente legítimo de Egipto y acusó a los militares de "traición y de criminales". Ante los jueces y entre lemas como "que caiga el gobierno militar", Mursi denunció que su proceso es "una farsa" y una forma de encubrir lo ocurrido el pasado 3 de julio, que fue -aseguró- "un golpe de estado".

El aplazamiento ha sido decidido para permitir a la acusación y a la defensa examinar los documentos presentados por las dos partes. Los quince procesados han sido enviados de nuevo a la prisión de Tora, en El Cairo, según han informado fuentes de seguridad citadas por Reuters.

El tribunal levantó este lunes la sesión del juicio contra el depuesto presidente egipcio debido a que el procesado se negó a vestir el uniforme de acusado como le pedía el juez, informó la televisión estatal egipcia.

La primera sesión del juicio, en el que también son procesados otros catorce dirigentes de los Hermanos Musulmanes por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes en diciembre pasado, duró apenas una hora.

El juicio contra el depuesto presidente egipcio por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes, comenzó hoy en la Academia de la Policía, en las afueras de El Cairo, informaron a Efe fuentes judiciales.

Las autoridades egipcias impidieron hoy entrar a la Academia de la Policía en El Cairo a la mayoría de los miembros del equipo legal del depuesto presidente Mohamed Mursi. Un portavoz de la cofradía, Islam Taufiq, informó a Efe de que solo siete de los treinta integrantes del equipo legal pudieron ingresar en la sede judicial.

Mursi no reconoce la autoridad del tribunal encargado de juzgarlo -la Corte Penal de El Cairo, presidida por el juez Ahmed Sabri-, por lo que su equipo legal asiste a esta primera sesión solo como observador, pero no para defenderle.

Según informó la agencia oficial egipcia Mena, un helicóptero trasladó a Mursi a la sede del tribunal, donde también están el resto de dirigentes de los Hermanos Musulmanes que serán procesados en este caso.

El helicóptero tomó tierra en la pista de aterrizaje de la Academia de la Policía, el mismo complejo que alberga el proceso contra el expresidente Hosni Mubarak, desbancado del poder en 2011.

Los otros catorce inculpados, entre ellos el vicepresidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ) -brazo político de la Hermandad-, Esam el Arian, y el miembro de su Ejecutiva Mohamed Beltagui, llegaron al tribunal en vehículos blindados.

Según pudo constatar Efe, las medidas de seguridad en torno a la Academia de la Policía son muy estrictas, al igual que en otras zonas de El Cairo.

El Ministerio del Interior ha desplegado a sus efectivos en las carreteras que conducen a la sede judicial y reforzado patrullas y puestos de control en el país, ante el temor a que las protestas convocadas por los partidarios de Mursi deriven en nuevos disturbios.

Todos los procesados afrontan cargos por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes y en los incidentes desatados en los alrededores del palacio presidencial de Itihadiya el pasado 5 de diciembre.

El depuesto presidente no reconoce la autoridad del tribunal encargado de juzgarlo -la Corte Penal de El Cairo, presidida por el juez Ahmed Sabri-, por lo que su equipo legal asistirá al juicio solo como observador, pero no para defenderle, según informaron esta semana los Hermanos Musulmanes.

Sobre Mursi pesan además otros cargos cuyos juicios todavía no han sido fijados, como los de conspirar con el grupo islamista palestino Hamás, atacar a las fuerzas de seguridad e insultar al poder judicial.

Los Hermanos Musulmanes denunciaron ayer en un comunicado que el juicio es como si "la traición juzgara la honestidad" o "la dictadura a la democracia", y pidió que siga la "lucha pacífica" contra el Ejército.