Al menos 47 personas han muerto y varias decenas han resultado heridas este miércoles por la explosión de siete bombas en distintos puntos de Bagdad, según fuentes policiales y médicas. Los atentados se han producido a primera hora cuando la población hacía sus compras en mercados abarrotados.

Así, una bomba de carretera cerca de un mercado en el barrio predominantemente chií de Sadriya ha dejado cuatro muertos y catorce heridos, mientras que una bomba en un minibús en el distrito comercial de Karrada, dejó tres muertos y doce heridos.

La agencia oficial iraquí, NINA, ha informado de 19 muertos en un total de seis explosiones: cuatro por la explosión de un coche bomba en Amil (suroeste); otras cuatro por otro coche bomba en Hurriah (noroeste); otras tres por otro coche bomba en Tobchi (noroeste); cuatro más en otro coche bomba en el barrio comercial de Shaab; dos más en Adhamiya y otros dos en la plaza Kahramana, en el centro de la capital.

Cientos de los iraquíes han muerto cada mes en ataques similares a los de este miércoles desde principios de año. La creciente violencia en el país ha hecho aumentar el temor a que se vuelva a la ola de violencia sectaria de 2006-2007, cuando murieron decenas de miles de personas.

Casi un millar de iraquíes murieron en octubre, según las cifras de la ONU, que ha pedido a los líderes políticos que cooperen para poner fin a la violencia que ha ido en aumento desde que las tropas de combate de Estados Unidos abandonaron el país en diciembre de 2011.

Por otra parte, hombres armados han matado este miércoles a un guardaespaldas fuera de servicio del presidente iraquí, Jalal Talabani. Hombres armados irrumpieron en la vivienda del guardaespaldas en Suleimaniya, 260 kilómetros al noreste de Baghdad. Talabani está en Alemania desde hace meses para recibir tratamiento médico.