México vive una jornada de bloqueos de avenidas, detonación de cócteles molotov contra policías y la irrupción en un desfile que conmemoraba el 104 aniversario de la Revolución Mexicana, durante la llamada cuarta jornada nacional para reclamar la aparición con vida de 43 estudiantes desaparecidos.

Las concentraciones en su mayoría se desarrollaron sin incidentes, aunque en Ciudad de México y Chiapas se reportaron algunos sucesos violentos por el lanzamientos de bombas caseras y agresión a comercios.

En las inmediaciones del aeropuerto de Ciudad de México unas 200 personas encapuchadas lanzaron cócteles molotov a policías, en lo que se convirtió en uno de los momentos más tensos de la primera mitad de la jornada.

Los jóvenes intentaron llegar desde esta mañana a las instalaciones del aeropuerto capitalino para bloquearlo como parte de las manifestaciones en solidaridad con los 43 estudiantes que desaparecieron hace casi dos meses en Iguala, en el estado mexicano de Guerrero, a manos de policías corruptos y el crimen organizado.

Jóvenes con los rostros cubiertos bloquearon durante media hora una de las avenidas clave para ingresar a la terminal, pero los antidisturbios de la capital formaron una valla para impedir su avance.

Los estudiantes se retiraron con rumbo a la Plaza de las Tres Culturas, donde esta tarde partirá una de las tres grandes marchas convocadas en la capital para exigir justicia en el caso de los 43 desaparecidos y el fin de la violencia en México.

Otro de los brotes violentos de las manifestaciones se registró en San Cristóbal de las Casas, donde jóvenes rompieron cristales y lanzaron bombas caseras contra dos comercios.

En el estado de Guerrero, donde desaparecieron los jóvenes, integrantes del sindicato Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) lideraron manifestaciones de más de 2.000 personas, que se concentraron de forma temporal en la Autopista del Sol y el Congreso del estado.

El trafico de vehículos por esa autopista, que comunica la capital del país con el balneario de Acapulco, en el océano Pacífico, estuvo cortado durante varias horas.

En las movilizaciones en Guerrero los manifestantes llevaron carteles de "Fuera Peña" y gritaron consignas contra los diputados regionales y el gobernador estatal, Rogelio Ortega.

Guerrero fue uno de los estados que suspendió los actos oficiales que tradicionalmente se realizan cada 20 de noviembre con motivo de la conmemoración de la Revolución Mexicana.

En Oaxaca, también en el sur de México, jóvenes se manifestaron durante la ceremonia oficial para recordar esta emblemática fecha con cartulinas que indicaban: "No se puede hablar de libertad en un país en donde impera la impunidad".

La misma escena se replicó en Chihuahua, estado del norte mexicano y fronterizo con Estados Unidos, donde cerca de 300 personas, en su mayoría estudiantes y académicos, irrumpieron en el desfile conmemorativo de la Revolución Mexicana para exigir justicia por los estudiantes desaparecidos.

Frente al escenario donde se encontraba el gobernador de Chihuahua, César Duarte, los manifestantes pasaron lista de los 43 desaparecidos y se dejaron caer al suelo mientras gritaban: "¿Por qué, por qué, por qué nos asesinan, si somos la esperanza de América Latina?".

En Guadalajara (oeste) la universidad de nombre homónimo y la del Valle de Atemajac suspendieron clases en respaldo a los estudiantes de Ayotzinapa, como se llama la Escuela Normal (de magisterio) de los desaparecidos.

En las marchas de esta ciudad pancartas citaron leyendas como: "Guerrero aguanta, Jalisco se levanta. ¡Ayotzinapa vive!".

La concentración en la ciudad de Cuernavaca, en el estado de Morelos, aledaño a la capital, incluyó grafitis con pintura roja en la glorieta de la Paloma de la Paz con mensajes de "Fue el Estado" y "Faltan 43".

En el Estado de México, estudiantes tomaron peajes que comunican Ciudad de México con Toluca y Pachuca y dieron libre acceso a los vehículos.