El director general del Servicio de Seguridad de Reino Unido (MI5), Andre Parker, ha advertido este jueves de que la rama de la organización terrorista Al Qaeda en Siria está planificando ejecutar atentados contra sistemas de transporte o "blancos emblemáticos" en país occidentales.

"Un grupo de terroristas de Al Qaeda en Siria está planeando ataques con muchas víctimas contra Occidente", ha indicado Parker durante un inusual discurso público en el cuartel central del MI5 en Londres. Su último discurso público había sido en octubre del 2013.

Así, y tras el atentado contra la sede del semanario satírico francés 'Charlie Hebdo', que se saldó con la muerte de doce personas, el jefe del MI5 ha asegurado que es "altamente probable" que se produzca un atentado en Reino Unido.

Parker ha manifestado que unos 600 extremistas británicos han viajado a Siria, muchos para unirse al grupo extremista Estado Islámico, que ha tomado el control de partes de Irak y la propia Siria.

"Hacemos frente un nivel muy serio de amenaza que es complejo de combatir y poco probable de aplacar significativamente por un tiempo", ha remachado el director general del MI5.

Guerras civiles salpican a Europa

El periodista y escritor irlandés Patrick Cockburn, experto en Oriente Medio, considera inevitable que las cuatro guerras civiles simultáneas en Siria, Irak, Libia y Yemen salpiquen a los países europeos como ha ocurrido con el asalto el miércoles pasado al semanario satírico francés Charlie Hebdo.

El corresponsal en Oriente Medio del diario británico The Independent y ganador del British Press Award 2014 publica la próxima semana en España su último libro: "ISIS: El retorno de la yihad" en el que describe el nuevo fenómeno terrorista.

En entrevista telefónica con Efe antes de viajar a Irak, el veterano corresponsal subraya el fracaso de la política estadounidense y europea en la región, que asiste al resurgimiento de fenómenos y grupos yihadistas similares a Al Qaeda.

No obstante, recuerda que el ataque en París no tiene relevancia militar a pesar de que se subraye el adiestramiento en Yemen de uno de los autores del atentado en la revista francesa.

En su opinión, este tipo de acciones buscan la notoriedad y la publicidad y generan cierta "confusión", pues es, en su opinión, una "pequeña operación de dos hermanos que han asesinado a diez civiles y dos policías".

"Solo mirando internet o regresando de combatir en las guerras e incluso quienes se dicen motivados por los acontecimientos de los últimos díez años como la invasión de Irak o los episodios de torturas" se ven alentados a perpetrar estos actos.

Al profundizar en el fenómeno del yihadismo y las guerras en la región, Cockburn no omite la crítica a la cobertura de los medios y el trabajo de los corresponsales que considera han sido "ingenuos" y han pecado de "romanticismo" al sobrevalorar la capacidad militar de los opositores moderados o laicos en Siria o en Libia.

A su juicio, les ha vencido "su simpatía por las revoluciones siria o libia" y cita como ejemplo la presencia en los frentes de batalla de "sofisticados" portavoces para lidiar con la prensa internacional.

Recuerda como ejemplo de sectarismo y conservadurismo religioso al jefe del Gobierno provisional libio, quien tras la caída del coronel Muamar Gadafi aprobó la legalización de la poligamia.

En su opinión, hay que destacar que los aliados en la región de los países occidentales son monarquías feudales no democráticas del Golfo Pérsico como Arabia Saudí o Catar.

Aunque reconoce la destreza de los yihadistas del Estado Islámico en el manejo de los medios de comunicación y las redes sociales con fines propagandísticos, considera que no son "cien por cien efectivos", pues sus filmaciones no llegan a la población no musulmana.

Destaca, eso si, que son quienes "por primera vez han empleado las redes sociales como eficaz arma de guerra" al utilizar youtube, twitter y otras redes para difundir imágenes intimidatorias para los combatientes enemigos.

También recuerda como una web integrista explicaba a sus seguidores que "los medios son media yihad".

Sin embargo, el dominio territorial que los yihadistas del autoproclamado "califato" del Estado Islámico ejercen sobre partes del territorio sirio e iraquí supone un desafío nuevo respecto a otros movimientos salafistas o yihadistas que no controlaban áreas territoriales extensas.

"Teóricamente si las potencias ponen sus ejércitos pueden derrotarlos en una guerra convencional, pero recurrirían a la guerrilla", explica al ser interrogado por la viabilidad futura de ese dominio territorial del autodenominado Estado Islámico.

"Los enemigos del ISIS (Estado Islámico de Irak y del Levante, ISIL por sus siglas en español) están muy divididos y se odian más entre ellos", explica Cockburn para explicar la incapacidad de las distintas potencias para acordar el modo de poner fin a ese control territorial yihadista.

Al enfrentamiento clásico entre las corrientes del islam chií y suní, Cockburn añade el afán del wahabismo por dominar entre los suníes y enfrentarse al chiísmo, aunque opina que el presidente sirio, Bachar al Asad, pese al enfrentamiento sectario puede sobrevivir si no hay intervención militar norteamericana como ocurrió en Libia.

Del sempiterno enfrentamiento entre Washington y Moscú, reproducido a nivel regional entre Riad y Teherán, admite que la caída del precio del petróleo perjudica a Rusia e Irán.

Sin embargo no está seguro que sea una guerra económica que atienda a un "plan de Estados Unidos y Arabia Saudí" por lo que no descarta que sólo sea "un exceso de oferta frente a una baja demanda".