El primer ministro rumano, el socialdemócrata Victor Ponta, ha sido oficialmente imputado por un escándalo de corrupción, informó en Bucarest la fiscalía anticorrupción de Rumanía (DNA).

Según la emisora Digi 24, el jefe de Gobierno es acusado de diferentes casos de fraude, fraude fiscal y lavado de dinero supuestamente sucedidos entre los años 2007 y 2011.

Además, la DNA se ha incautado de parte del patrimonio de Ponta, quien se presentó hoy en la oficinas de la Fiscalía, después de que anunciara anoche su dimisión como líder del gobernante partido socialdemócrata PSD.

Tras media hora en la Fiscalía, Ponta se dirigió brevemente a los periodistas, a quienes se limitó a asegurar que se le realizará una "prueba de contabilidad financiera".

"¿No queréis que hablemos de política en otro lugar, y no frente a la Fiscalía", dijo el primer ministro a su salida. "Nos vemos cuando esté lista (la investigación), en agosto", agregó.

La DNA abrió el pasado 5 de junio una investigación contra Ponta por presuntos delitos de falsificación, blanqueo de dinero, conflicto de intereses y evasión fiscal.

La investigación quedó bloqueada ante la negativa del Parlamento (en la que el PSD y sus socios de coalición tienen mayoría) a levantar la inmunidad parlamentaria al primer ministro.

Esa decisión fue calificada en su momento de "irresponsable" por el presidente rumano, el conservador Klaus Iohannis, que ha pedido la dimisión de Ponta, primer ministro rumano desde 2012.

La Fiscalía sospecha que recibió unos 50.000 euros en 2011, un año antes de ser elegido jefe del Gobierno, de un antiguo socio, Dan Sova, al que luego nombró ministro.

La investigación sostiene que para justificar esos ingresos, Ponta emitió facturas falsas con fecha de 2007 y 2008 por supuestos trabajos de asesoría legal para el bufete de Sova.

Victor Ponta, un antiguo fiscal de 42 años, es el primer ministro de Rumanía en funciones que enfrenta una imputación judicial.