Los países europeos se reunirán de urgencia el próximo 14 de septiembre para tratar de encontrar respuestas inmediatas a lo que califican de "situación sin precedentes" por la "llegada excepcional" de inmigrantes y demandantes de asilo político.

El anuncio del consejo extraordinario de los ministros europeos de Interior y Justicia fue realizado por la presidencia luxemburguesa de turno, que atendió de esta forma el llamamiento realizado hoy previamente por Francia, Alemania y Reino Unido.

La convocatoria coincidió con una ola de declaraciones de líderes europeos sobre la necesidad de actuar cuanto antes para asegurar que los refugiados políticos sean acogidos y los inmigrantes indocumentados por motivos económicos sean repatriados a sus países.

"La situación del fenómeno migratorio fuera y dentro de la UE ha adquirido recientemente proporciones sin precedentes", declaró el Gobierno luxemburgués.

La Agencia de Control de Fronteras Exteriores (Frontex) de la UE y la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO) informarán en la reunión urgente a los ministros comunitarios de los flujos migratorios.

Una vez escuchado ese análisis, los ministros se centrarán en coordinar "la política de devoluciones, la cooperación internacional y las medidas para prevenir el tráfico con migrantes".

Los ministros del Interior francés, Bernard Cazeneuve, alemán, Thomas de Maiziere, y británica, Theresa May, se vieron ayer al margen de la reunión de nueve países europeos en París para aumentar la seguridad en los trenes, aunque hasta hoy no informaron de su petición a Luxemburgo de un consejo extraordinario.

Los ministros demandaron que la cita tuviera lugar en menos de dos semanas para poder así "preparar eficazmente las decisiones" del Consejo de Justicia e Interior que deberá celebrarse el próximo 8 de octubre.

"Tomar medidas inmediatas"

Los responsables de las fuerzas de seguridad de los tres países incidieron en la "necesidad de tomar medidas inmediatas para hacer frente al desafío que constituyen estos flujos migratorios".

En particular, destacaron la urgencia de poner en marcha "lo antes posible, como muy tarde antes del fin de año", centros en Italia y Grecia que permitan registrar a los inmigrantes en la base Eurodac e identificar a aquellos con "necesidad manifiesta de protección".

También instaron al establecimiento de una lista de países de origen seguro para poder completar el régimen común europeo de asilo, proteger a los refugiados y asegurar la efectividad de las devoluciones a los inmigrantes indocumentados a los países de donde provienen.

Precisamente la canciller alemana, Angela Merkel, defendió una pronta integración de los refugiados con derecho a permanecer en el país, al tiempo que pidió la rápida expulsión de los solicitantes a los que les es rechazado el asilo.

"Para poder ayudar a los que están en una situación de emergencia tenemos que decirles también a aquellos que no lo están que no se pueden quedar aquí", dijo Merkel durante el Día de Puertas Abiertas del Gobierno alemán.

Y, tras puntualizar que ese es el caso en que se encuentran muchas personas procedentes de los Balcanes, recordó que no es justo que "sólo tres o cuatro países acojan a casi todos los refugiados".

Su ministro del Interior, Thomas de Maiziere, dejó claro hoy que Alemania no será capaz de afrontar a largo plazo la actual avalancha de solicitantes de asilo porque, "a la larga, 800.000 (refugiados) son demasiados".

Tomar a Merkel como ejemplo es lo que le pidió su homólogo francés, Manuel Valls, al jefe de la oposición, el conservador Nicolas Sarkozy, en un discurso en el que se sumó a las tesis defendidas por Alemania.

En la clausura de la universidad de verano del Partido Socialista, Valls pidió a sus compatriotas que reciban y atiendan a los refugiados políticos, porque "quienes huyen de la guerra, las persecuciones y la tortura deben ser acogidos" en Francia.

Y, en la línea alemana, reclamó "firmeza" contra la inmigración económica irregular y rapidez a la hora de examinar todas las peticiones de asilo.

Desde Roma, el presidente del Gobierno italiano, Mateo Renzi, llamó a la Unión Europea a "dejar de conmoverse y empezar a moverse" para poner una solución al tema de la inmigración, en una entrevista con el diario "Corriere della Sera".