Croacia cerró esta madrugada siete de sus pasos fronterizos con la vecina Serbia después de que en menos de 48 horas entraran por allí más de 11.000 refugiados de Oriente Medio, confirmó el Ministerio del Interior croata.

El portal de noticias croata "24sata" informa de que a pesar de la medida, los refugiados siguen entrando por el campo abierto.

El paso fronterizo de Bajakovo, junto a la autopista Belgrado-Zagreb, sigue abierto.

El ministro del Interior croata, Ranko Ostojic, había anunciado anoche que su país podría verse obligado a cerrar la frontera con Serbia por un tiempo determinado.

"En caso de una nueva ola de refugiados de grandes proporciones como ésta, tendremos que bloquear la frontera, para poder estabilizar la situación humanitaria de la gente que ya ha entrado", dijo el ministro.

La televisión pública croata HTV mostró anoche que los refugiados estaban entrando en Croacia por todos los pasos fronterizos en el este, con Serbia, y que se movían, de pie o en medios de transporte privados o públicos, tanto por las carreteras, vías férreas, así como senderos a través de los campos.

La emisora evaluó que ese flujo demuestra que policía ha perdido el control de la situación.

Al mismo tiempo, la prensa local asegura que se ha estabilidad la situación en la ciudad fronteriza croata de Tovarnik, donde este domingo se produjeron escena caóticas.

Los refugiados tienen prisa en moverse hacia el oeste del país, primero a Zagreb y desde allí a la Eslovenia.

A través de Eslovenia quieren llegar a Austria, desde donde pretenden viajar a Alemania y Suecia.

Medios croatas informan de que Eslovenia ha cerrado la vía férrea con Croacia después de recibir este domingo un tren con el primer grupo de más de 300 refugiados.

La mayor parte de estos refugiados fueron devueltos a Croacia, un pequeño grupo parece haber podido acceder a Eslovenia para seguir su viaje hacia Austria, informan los medios locales.