Estos gráficos interactivos permiten analizar los resultados de los comicios legislativos celebrados este fin de semana en Portugal.

1. Un país, dos bloques electorales

En este gráfico queda patente la división electoral que existe en Portugal: norte y centro tuvieron como ganadora a la derecha mientras que en el sur el centro-izquierda fue la primera opción. La coalición formada por PSD y CDS-PPD fue la más votada en distritos clave por el número de diputados que se eligen, como Lisboa, Porto, Braga o Aveiro mientras que el PS se hizo con el primer puesto en el sur y reconquistó, cuatro años después, las Islas Açores. En algunos distritos del sur, como Beja, la coalición de derecha pasó a ocupar el tercer puesto, por debajo de la CDU, la alianza entre comunistas y verdes.

2. La "coligação", con un bastión en el norte

La coalición de derechas conformada entre PSD y CDS-PP, Portugal à Frente (PáF) obtuvo, como viene siendo habitual, los mejores resultados en los distritos del norte del país. En Vila Real o Viseu fue donde más apoyo logró, pasando del 50% de los votos. Cerca de este registro se quedó en Bragança (49,41%) o Leiria (48,42%). En el sur, en las provincias donde el Partido Socialista (PS) y los comunistas tuvieron históricamente un mayor apoyo popular, la coalición de derecha obtuvo sus peores resultados.

3. Mejora insuficiente del Partido Socialista

Pese a aumentar en votos y mejorar el porcentaje de apoyos recibida con respecto a 2011, el resultado del Partido Socialista quedó lejos del esperado por la dirección de la formación. No fue capaz de recuperar el primer puesto como lista más votada frente a PáF y grande parte del voto de izquierda fue recogido por el Bloco de Esquerda. ¿Buenas noticias? La reconquista de las Islas Açores y la permanencia como primera fuerza en los distritos del sur. Los mejores porcentajes de voto los obtiene en los distritos orientales de Portugal, los menos desarrollados económicamente e los menos poblados del país.

En Lisboa, los socialistas estuvieron a punto de empatar con la derecha, con la que quedaron a menos de un punto porcentual de distancia. Este escenario, sin mayorías absolutas, pone al PS ante una complicada disyuntiva: o accede a formar un Gobierno con el apoyo de los partidos más a la izquierda, que exigen como condición políticas antiausteritarias que impedirían cumplir con las exigencias de la Troika, o se resigna a ver investir de nuevo un primer ministro de derechas que, sin mayoría absoluta, podría no durar mucho en el tiempo, forzando la convocatoria de nuevas elecciones el próximo año.

4.La resurrección del Bloco de Esquerda

La gran sorpresa de la jornada fue el Bloco de Esquerda. Después de haber perdido la mitad de los diputados en 2011 y de haber enfrentado una crisis de liderazgo, los rumores sobre la desaparición final del Bloco se borraron del mapa tras estas elecciones. Las encuestas pronosticaron una mejora de sus resultados a medida que fue avanzando la campaña pero casi ninguna predijo que superaría a la coalición formada entre Partido Comunista de Portugal e Verdes, condenados, de acuerdo con los datos de los últimos años, a moverse en porcentajes de entre el 7 y el 10%. El Bloco logró un buen resultado en el sur, territorio tradicional de la izquierda, pero también obtuvo buenos porcentajes de apoyo en zonas más urbanas, como Porto, Faro, Setúbal o Lisboa. Son los mejores resultados de su historia.

5. Los comunistas y la dependencia del sur

La Coligação Democrática Unitária (CDU), alianza entre Partido Comunista Portugués y el Partido Ecologista Os Verdes, demostró en estas elecciones una tendencia que se viene repitiendo en los últimos años: su fortaleza en los distritos del sur y su práctica irrelevancia en el norte, especialmente en el Portugal oriental. El 24% o 21% de apoyos que registra en distritos como Beja o Évora contrasta con el 2,95% de Vila Real o el 5% de Braga. Como el PS, los comunistas lograron un ligero aumento con respecto a los anteriores comicios, aunque perdieron su posición como principal fuerza a la esquerda del PS, al ser superados por el Bloco de Esquerda. En esta campaña, los comunistas fueron la única de las grandes formaciones que defendieron en su programa abiertamente la salida de Portugal del Euro y la vuelta al Escudo.

6. La sorpresa de última hora: Pessoas-Animais-Natureza

Ninguna encuesta, tampoco las que se dieron a conocer después de cerrar los colegios electorales, preveía la entrada de Pessoas-Animais-Natureza (PAN) en el Parlamento. La formación, que dice no ser ni de izquierdas ni de derechas pero que reclama cuestiones como una auditoría de la deuda, finalmente lo logró con un diputado por Lisboa. En total, el partido obtuvo unos resultados marginales en el país (en ninguna región superó el 2%), pero la concentración del voto en el distrito de la capital, donde tuvo más de 22.500 apoyos (1,97%), le otorgó una plaza en la Asamblea de la República a André Lourenço e Silva. Esta formación superó a Livre/Tempo de Avançar, la candidatura de izquierdas liderada por Rui Tavares que aunque según alguna encuesta a pie de urna, como la de la RTP, si iba a entrar en la Cámara Legislativa, finalmente se quedó lejos de obtener representación.

7. Abstención, ligero aumento

Portugal afrontaba estas elecciones con el objetivo de ganar la batalla a la abstención pero no fue posible. A falta de contar los votos del exterior, la participación total pasó del 58,92% de 2011 al 56,93% de este año. En la mayor parte de los distritos cayó el porcentaje de ciudadanos que ejercieron su derecho a voto, con excepción de alguna región como Beja o Setúbal, tradicionalmente de izquierda. Destaca la caída de la participación en el norte, donde se encuentran los graneros de voto tradicionales de la derecha.

*En los mapas, los votos que en Madeira y Açores hacen referencia a Portugal à Frente tienen que ver solo con el PSD, ya que en esos dos territorios autónomos no hubo coalición y el CDS-PP concurrió por separado o aliado, incluso, con otras formaciones minoritarias, como en Açores, donde fue de la mano del Partido Popular Monárquico. Con todo, los deputados del PSD allí elegidos responderán a la disciplina de PàF.