El republicano Paul Ryan, confirmado hoy por la Cámara de Representantes de Estados Unidos como su nuevo presidente, afirmó en su primer discurso que el Legislativo tiene que volver "a su orden natural" y trabajar para que los estadounidenses no miren a "Washington y vean el caos".

Ryan, que reemplaza a John Boehner, quien estuvo en el cargo desde enero de 2011, logró 236 votos a favor de su candidatura, más de los 218 necesarios.

Tras ser recibido por los legisladores con una larga ovación, dijo que la Cámara de Representantes "está rota" y no logra avanzar en sus objetivos ni resolver los problemas de los ciudadanos.

"Necesitamos hacer cambios, empezando por cómo trabaja la Cámara. Si usted conoce un asunto, entonces escriba la ley", dijo Ryan, quien también reiteró que la mayoría, que ahora la ostenta su partido en el Congreso, tiene que "respetar" a los miembros de la minoría, en este momento demócrata.

"No somos el eco de la gente. Representamos a la gente. Y solo una Cámara que funcione completamente puede de verdad representar a la gente", insistió Ryan, quien desde hoy ejerce el tercer cargo de poder más importante de EE.UU., por detrás del presidente y el vicepresidente del país.

Ryan fue elegido "speaker", tras semanas de divisiones internas dentro del Partido Republicano, después de que, por las presiones de los más ultraconservadores, renunciara a presentarse al cargo el sustituto natural de Boehner y candidato del aparato, el "número dos" Kevin McCarthy.

Ante su inesperada renuncia, muchos de los miembros de la cámara baja pidieron a Ryan que presentara su candidatura al considerarlo como el mejor aspirante de unidad en una bancada dividida, ante la notable presencia de representantes próximos al ultraconservador Tea Party, que de facto provocó la salida del propio Boehner.